31 ene 2013

Subterráneo.

Mientes cuando piensas que te han gustado las gotas de tus dedos; tu corteza es débil como el diamante pero te sientes fuerte como el grafito o como tus ramas. En medio del desierto, descubrí un túnel de raíces verdes pero secas, muertas, como huesos de ballena, entré, lo crucé, me perdí después de salir, viendo el sol me congelé las retinas y quería hundirme en el vacío arenoso, encontrar escarabajos de oro hechos cristales plateados, mi propia coherencia, pero encontré cristales de escarabajos dorados de plata, nada tenía sentido y todo era el sentido; busqué rocas gigantes moradas sin materia, encontré nubes escribiendo poemas ridículos, como si quisieran ser placas oceánicas y fugarse con las olas. Seguí buscando lo que quería buscar sin querer encontrar cualquier prosa de sangre, podía encontrar algún caballo de Troya sin guerreros pero lleno de flores, por ahí enterrado, y acampar a la luz de la arena o inventarme un bosque de ventanas, pero tampoco tenían vida, estaban vacíos, entonces construía espejos con la hojas que me quedaban, regresaba y soltaba el aire pesado las cosas de la existencia, fantaseaba, de vez en cuando alucinaba con la realidad y soñaba que todo era normal, hasta que decías verdades, sentada sobre pizarrines de sal, y recordaba lo que me decían las piedras, altares de los dioses escépticos. Quería el metal evaporarse en el mar, quería la luna ser de madera, quería el suelo correr desnudo, querían los peces ser astronautas y fueron los únicos en lograrlo. Una pared me apartaba un lugar entre los cometas oceánicos, mientras me relataba las luces de un perro, al parecer lo habían escuchado ladrar, sospecharon que por viejo abandonó los cuentos narrados en catalán y el Brie con Sauvignon mientras tomaba mate sentado en la pirámide romulana de Saturno 15. Caminé varios años más antes de caer en una extraña puerta de marfil arcaico, donde soplabas para que se quemara y aplaudías para que se condensara. Ahí vivía una joven y solitaria liliputense cirenaica, se dedicaba a cosechar aguas termales y fabricar galaxias de tela de coral. Me invitó una cuartilla de Polvo Solar que bebí con un cigarrillo, me sentía cómodo pero a ella le molestaba el vientre derecho, así que tuve que irme y dejarle tinta de Anatolia para que descansara bien. La frontera de Abril me quedaba un tanto lejos, necesitaba cruzar un solsticio cuya torre cobraba cuota y sólo contaba con un barco rocoso de Andrómeda y unas cuantas cuentas de cuentos cristalinos rojos. Casi morado, un grifo tuerto tuvo la piedad suficiente para esconderme en unas páginas que arrastraba una mascota gris de caramelo, la llevaba consigo durante los Bancos de Hierba, cuando Marte expulsaba sus famosos "Amores Celestes", todos se escondían como se acostumbra. Me atreví a danzar con los ojos la vereda aérea, creo que lo hice enojar porque mencionó a Polifemo en un susurro, pero nada más. Llegué a El Cuartel de Quimeras en la frontera de Abril y le pedí que me narrara a una de las madrigueras que anidaban en la orilla, le di un cuarto de las cuentas, le agradecí y seguí caminando. Por supuesto que me perdí en aquellas plazas, había claveles violentos por todas partes y me fui obligado a dormir en los aviones de los parques. Desperté con ochenta y tres vientos furiosos alrededor del campamento, me enterré atemorizado y esperé las Auras, escondido. Tardaron cuarenta metros en aparecer armadas con los labios más letales que haya visto, no tenían las fibras de El Imperio, usaban augurios vírgenes que indicaban órdenes directas del Gran Marinero, solo que no podía ser posible, venían en antorchas azules, eran desérticas. Decidí quedarme en las raíces de una gaviota chillona, solo conocí la mentira de su profesión, era un Oso pero era una Gaviota Chillona y viceversa. Pasaron unas nueve mircopulgadas platónicas antes de asomar la aguja sintética y verificar la huida de los vientos, descubrí que se refugiaron en un horizonte subterráneo a quinientos centisegundos de la nebulosa del Centinela. Usó una disyunción de cerámica para soltarme en el centro de Abril, en un callejón salió exquisito un portal honesto, me sorprendió una brisa herida pero magnética y melancólica, sentí la tinta en la piel, me paralicé, respiró un poema mal sentido y, con suerte, me dejó espantosamente despierto, huyó a la tierra y nadie llegó después, acabó mi distancia en REM, era todo, lloré solo; por fin sentí llorar. Me dijeron que fue un derrame de fidelidad, me provocó una embolia lagrimal y la sal de mis cortezas se vaporizó en el fuego de once metros después de la tercera estrofa. Después conocí tu mentira, en Vigilia, aún recuerdo cómo la cantaste, aquella canción fue mi regreso al negro ocaso de la finita verdad. Solo has nutrido de libertad mis sonrisas durante ésta primera hectárea en Vigilia, llenando mi pipa de polvo solar has mentido los deberes epicúreos. Has mentido tantos pétalos que me siento enfermo, pero sigo soplando en tus escapes. Extraño REM y sus sueños, pero me ha gustado tu falta de verdad, tus mochilas de planetas atrasados y tus campañas de fogatas congeladas. Para tus entes mentales se redactan contraseñales de seis tomos ilustrados con diurnos virulentos, de cuyas danzas contagian los viajes a la estática. En la órbita nueve hay inventos que esconder y descubrimientos que inventar, necesitaba de setenta y seis kilómetros para recorrer catorce zettahoras hasta encontrar la ventana correcta y navegar dulcemente con la nariz sin antes peinar a los Lobos de Bohemia, aquél cielo de trompetas amables, pero sin óleo de colmillo. Llegaré a regalar licor de gardenia y vender las tabletas de concentrado lírico de Corniza, pero no creo lograr subir las dunas de noventa y ocho picosemanas de altura, probablemente me tarde unas dos o tres docenas de veintidós picopulgadas cada cuatro centímetros. Me despediré de Vigilia con honor a las tablas y traicionando las banalidades de tu cuerpo una vez más. Tú que mientes, confesarás esa luna que alguna vez le narraste al verde juego del club parcialmente excluido de la juventud paradójica celeste. Ahí no hay Percepción Unitaria, me quedo en tus escondes-versos y en el cuarto-estado de tiempo, pero me sobra espacio descuidado; te dejo éstas gotas de tus dedos. Sin embargo ya no estabas. El horizonte escondido del sentimental poeta, sigue siendo aquél verso más seco que un beso, como una orquídea resplandeciente canosa se servil hastío; me ahorqué entre aquellos juglares en el cuarto conjunto de ocho minutos por el día 23 aproximadamente, llevaba vertiendo colchas, caminando sin mover los pies unas 16 millas, aunque enterrado por el día 13 me tardé otros 3 kilómetros más catorce decapulgadas donde me desvié saltando Bromo Azucarado a 26 minutos de la vereda que llegaba, terminaba y empezaba en Otoño, un cielo de lino con náuseas. Poco, solamente un bastante y nada, al vacío del Aura Blanca, el Gran Marinero dejaba lágrimas largas en senados cuartos de membrillo plastificado, codificado. Cuantas ontologías sonámbulas. Cierto, he partido de Vigilia y sigo, parte mía, multiplicando tiempos del recorrido, invirtiendo más portales para ganar alcance con las horas, llamadas de enanas blancas buscando ojos paradójicos, pero escaleras vacías. Puertas transparentes, cierto, de candados ópticos y alfombras secas de tanto tarot que secuestran los olfatos promiscuos. Pero la tinta me circula dactilar, no aparecen rencores en iluminadas calumnias estoicas. Rico rico, exquisito manjar estelar, desayunamos a veces lívidos de macizas liebres de Pitágoras 18 para aguantar el calor y salvar cuentas de los párpados terrosos. Dibujando tangos masónicos en sequía matutina y luego jarabe perverso en condensado centígrado para resacas vespertinas, ocasos, silban los ocasos a la meditación de todo. Boca, pelota, perro que trota, libro mis eternidades con un tanto de mezcalina violentamente eficaz casi siempre al durar mucho los tiros de piedra. Un Beirut nos tardamos, óyeme, en tan solo una pascua insignificante, todo por cargar estigmas de colores burdos, tan burdos que podías guardarlos en la patronal, remordimiento de cenizas lúgubres y castradas, tenía que escribir eso una disculpa, un Beirut. Montamos una oliva al percance, tan solo nos cobró seis cuerdas de tarareadas albinas, desafiamos restos de Centauros Levitadores, pero nihilistas en todo contexto cretino y rellenos de uvas asquerosas, sorteamos fácil. Un perro. Fin. Un perro de nuevo, hedor cortante del Brie  y polvo aeroso a Sauvignon que captamos enseguida, pegó, pegó atrás, pegó solo, pegó, enseguida pegó, pegó atrás, cierto, cavamos azules y bebimos y tomamos mate a la pipia francesa, aunque un quinto persuadida, pero bien. Faltamos velorios de cangrejos trompeteros al contener verdades, bailé un rato al filo de un cerro y. mueres. de mares verdes  y canté tantos cuantos versos furiosos, divisé una cueva con la piel y busqué su sello, al sentar los reflejos ya estaba yo en un tornado, invisiblemente sordo estaba, catastróficamente extasiado estaba, y desgarré centellas. Una cueva cósmica de luces trasnparentes, cierto, pegó atrás, erásmo con pastillas acuáticas y el selo de REM. Gran Marinero, tantos tiros  y 32 zettalyons al cuarentena inferior tan blanco, tan blanco el aire, tan blanco, suspirando tus gotas que ahora volcaban las contradicciones y los Lirios de Venn. Me ardieron los hostales oblicuos, te cincelé entonces con honestidad sin sinceridad astuta, te asusté con nebulosas neurolinguísicas y lagunas viejas, tu queja falsa fue viento subterráneo, y eme aquí, amándote a lo rápido, lento, lejos... TAN CERCA.
Comencé,              Comencé
                Cierto,                           Subterráneo.

25 ene 2013

Miel de Invierno.

A Melissa.

Te imagino un día y sueño arena mientras duermes, en sortilegios terrenales. La historia de una duna morena, lisa como un cuento estrellado, de vista lúgubre y serena, calor de grafito. Entre selvas grises, en un poema infinito, sueño arena. Solo, contigo, sentado sobre el aire, sueño arena. Grabando la palidez mágica del frío que observa las nubes protegidas por sábanas obscuras, teniendo las lágrimas de la luna corriendo por mi dedos, calzando luz, sueño arena... te sueño.

Limosnero de estrellas que en algún planeta han de haber corregido la paz entre cristales helados, secuestrados por el mar, esclavizados sobre los espejos mientras tú que prefieres el agua y sus sombras y entre tus sombras me perdí, tu sombra... te encuentro, el agua... me perdí.

A ti no te ha desnudado el viento por la dureza del plasma en tus ojos; espejos... sigo perdido. El desierto, sobre la loma de exquisita óptica, como una montaña suspendida en el océano más dulce o una nube submarina hecha de piel y fuego.

Sueño arena, mientras que desde tus alas has quemado los encantados bosques de mi nostalgia, pero tan lejos estás... como un cuento estrellado, mientras un día te imagino... y mientras duermes, Sueño Arena...

19 ene 2013

Cera.

Cuando...

...la música es de cristal, el piano se escapa y el golpe estático se quema.

Comencé con el día. El pincel cerró los ojos. Soy la hoja y el árbol más oscuro es el más cercano a la luz. La piedra era un tronco gris, que era una mitología de brazos largos y sin rostro. Lo hice de noche y solo era el claro interrumpido por costras del sol en la corteza.

Antes que nada, quiero que uses tu más directa e insensible honestidad añadiendo si te molesta mi llamada.

Se apaga una luz, otra, lejos.

Me gusta la pintura porque no existe forma incorrecta de hacerla. De un SOY a un QUERER quería ser una repisa cósmica... Posarme sobre una estrella
quemarme en nuestro sol
 inventando la inexistencia del dolor...
...por óleo.

Miento... pintaba con sangre.


Cuando...

...tus labios son un golpe, el cristal se quema y la música es solo un espejo.

Terminé con la noche en una escapista frondosa, agresiva y de versos.

Se enciende una lejanía, la misma, de madera.

Odio mis ojos porque pueden ver que aun está oscuro durante media luz después de abrirse. He intentado devorar mis oídos. No con los dientes. No con mi cuerpo... Con las raíces de mi anfitrión desde las ramas. Solo EXISTO cuando éstos ojos se abren. Solo SOY cuando éstos oídos devoran...
el cristal...

El relativo blanco escribió en aquél claro suyo: "Hasta que la muerte nos separe", pero respondí que me casaría con la noche azul porque el sol nos confiesa las espaldas cuando se desea una amante más que cuando te besa con la luz
al hacer el amor
sobre una piedra gris
que es un tronco mitológico
que es un largo ser entre mis brazos...

Miento... Sangraba las pinturas.

Ondas de microhornos. Detonaciones de SEXO. Disparos de cuerda rancia. Pólvora del 67.

Aquella puerta es una cretina, la maldigo. ¡Déjame entrar!
Cuarto con, solo a lo lejos, las puertas
cuartos que entran entre cortinas
y que
al dejar la puerta
maldicen.
TABACO.

Aquél trago ácido de temperatura, la bendigo. ¡Déjame salir!
Banco con solo, ya lejos, las despiertas caminantes
de puertas sentadas
entre lo que
abandonado maldicen cuartos
CAFÉ.

Pero uno es pócima de QUIERO DORMIR para ya no dormir siempre Y NUNCA DESPERTAR.
Pócima del dormir esquizofrénico
pero al sueño pintado entran demencias
que sobre el golpe
el astro entra entre cortinas azules
TU BOCA.


Pero mi tabaco danza líquido
del vapor de lo sensual
de lo estoico y cálido
TU TABACO.

Pero ésto es un permiso de costras sobre tela.
sol del sobreviviente
regresando de ocurrencias semánticas
mientras te enfrío un mensaje.
TU CAFÉ.


-Yo también merezco años-


Miento, sangraba con veladoras...


Y hoy,
fueron encontrados en él sus restos
tan suyos en ella
como se tiene al castigo...
...sus restos.

Desnudo, la luna aún se despedía.
Sobre la piedra mitológica
árbol de ramas largas
Y era toda su sangre aparte, hecha pintura, sobre monolitos efímeros de sus ojos y oídos...

EL ARTE PERFECTO. Sin perfeccionar ningún otro arte;
Imperio.

Ahora el sol es ROJO. Llovían gotas de ROJO fugaz. Temerario, epicúreo. Abro mis ojos...

Ah si, solo haré una escultura, que es pintura, que es una canción...

...de cera ROJA.

____________________________________________________________

Caudillo.





14 ene 2013

La noche antes del resto de mis noches.

Al terminar mi guerra en la Sierra Madre conté los segundos de auroras boreales... Y mientras despertaba sentía correr toneladas de caballos sobre mis huesos...

Al darme cuenta de que ya no estaba dormido pero que tampoco estaba despierto, recorrió mi cuerpo una electricidad líquida y efervescente, intentando alcanzar los dedos de mis pies. Estaba tan excitado que parecía que hasta los planetas tenían relaciones sexuales, me dejé llevar, claro.

Al terminar mi juego lujurioso conmigo mismo, me sorprendió la claridad de la habitación, como si yo hubiera nacido en el cenote de la soledad, ahogado en la libido del sueño, metido en mi obscuridad desde antes de la memoria. Al desafiar a la gravedad, el aire entre mi placer y mi despertar golpeó tan duro y con una precisión tan imponente que mi cerebro rápido se vio secuestrado por el dolor y yo con un ligero síndrome de Estocolmo. Dejé escapar un augurio ahorcado, tocando mi espalda baja del lado del riñón izquierdo... quedé completamente inmóvil sobre el tiempo, sentado en la madrugada.

Aquél pesado tranvía duró aplastando el suelo solo y tan solo unos 31 segundos. Alcancé mi estatura y aproximándome al cuarto de baño el tranvía regresó, desde mi rodilla izquierda, obligando a mis manos aferrarse al suelo, como clavado de un mesías masoquista, o como Amelia antes de besar el agua con sus sueños, como la bala que atravesó a Kurt, antes de que se desnudara y atacara su cráneo.

Para darle un final a este cuento inútil y escaso de propósito. Hurté la portátil y me acosté en la cama, semi-desnudo, resistiendo el dolor, sin sueño ni cansancio, solo una pequeña estela de zolpidem aprisiona todavía mis sistemas sensoriales... He de esperar al sol y, en la espera, regresar a mi uniforme y regresar a la Sierra. Solo que ésta vez, serán guerrillas en salones de clase, una maestra de comandante, un libro como fusil, los aciertos de municiones y la ignorancia como enemigo...

12 ene 2013

Tu Boca

Con cierto aroma de Valquiria
por piel de sonrisa, he de sentir
Líquida locura cuales ojos de tormenta
restan cornizas desafiando al cielo en venta
A las letras también se les escucha
nombradas sirenas sentinelas de estrecho
Que tus labios son el poema más hermoso del planeta

Fueron espesos segundos sabor a mujer
Plumas de cuervo sobre colores ayer
sin tiempo,
 Cerrado claveles voces que le guarden
previas nupcias de la calle que con manos
se suele sentir suave el arrastre de cadenas

Que lenguaje de bocas, poesía de los cielos
Cielos que he comprado con cómplices aciertos
de verdad y de criterios, solo me dejas
quererte cual sábana de verde mestizo martirio
Al suelo abrazo como ancho costal de rosas al àrbol

AY! Vida que tus ojos matan
AY! Crucigrama de tu boca...

Tu boca, tu boca, boca...
Boca de pocas que cautivan el sentar de gardenias
de cuarteles con pequeños elefantes criollos de la luna
Ni la misma luna se atreve, que le tenga miedo a mi amor
Mis ganas de osarme cerca de tus encuentros con el divino espacio
Entre tu cuerpo y el mío solo se unen los labios

TU BOCA niña de fuego bajo cero
TU BOCA de tributos a los dioses de las leyendas
TU BOCA que del arte implacable como silencio

Tu boca... Y nada más...

11 ene 2013

Un solo YO. -(TERRENO CRONOLÓGICO)-.

Desde el escritorio de la pared industrializada testigo de percances alcanzados por especímenes de cinco a seis extremidades destructivas y vice-versa.

_____________________

La que Geofu de Asa siembra sobre mi, mi OgalThursWynn y mis crías...

El odio morfo sobrenatural crece solo en tierras fértiles de telas blandas. Yo lo sabía pero era uno de los miles pensamientos que encontraba solo en la falta de luz, más no en la falta de obscuridad sentada en las fibras sumisas que cual noche diario concoja.

Si, no te hagas, la revista está aquí alado, escúpe. Dirían aquellos "rewind" para estrofas aisladas de cualquier existente estado físicamente prudente, wey, cosas que son palabras, palabras que son prejuicios, críticas que son palabras y martillazos de concordia alacrimada de danzas, en jugos convenientes para estar "Solo contigo" en "solo" de aquellos que conmigo la soledad es una fiesta de domitorio. Físicamente dos cuerpos, uno de ellos con cara de idiota, la boca abierta como cirujía cefálica monstruosa, cuales dedos piden permiso a las teclas para que yo, el lenguaje, simplemente aparezca en pantalla independientemente de la cantidad de niveles empáticos sobre las facetas de las cuales... (shhh). Nadie habla.

National Geographic KIDS en español y esperen que en estos momentos bizarros hablo solo y solo con un berrido de cuerpo mental que ruegan por alguna lejana encarnación en lo divinamente bélico y todo es en una misma persona.
___________________________________________


Un Solo YO. Pérame compa, sigamos en empírico placer de golpear suavemente las teclas de este aparato voluminoso. En su parecer y, el ser, solo será en uno que otro "solo mía". Porque de ahí explico y, del lugar siniestro y simpático ejemplifico y (pausa) y ya...! Que una de tus recientes plàticas con el mancholo ha dejado en cortesía solo el cuádruple del resplandor y, siendo sincero compa, solo le creo que ese "ese" colgará los -Samba- hasta cuatro platas de Junio y saben todos en la comunidad que de "Revisión" a cada uno le toca y le toca compartir para evitar sin màs ni peros los lentos flujos de endorfinas placebo inexistentes. Esas cosas que buscar la fama apuntando el blanco como superficie de mar en playa para que con una sola chispa sea suficiente.

-Divagación -meistro-, sus ondas de jodidas velas sobre alguna boquilla de vidrio le van 'dar un día de éstos y se acuerda de mi, correcciones -inarrepentibles- que de las que... que cosas. No digo que nada, pero micha y micha de lo que sabe de lo que estoy hablando.

-Y de cosas. como un cuento pastoral a luz de veraniego sentinela. Y ps como, nadie se da cuenta compa! ¿Qué quiere usted yo que haga, salvar cuentas en luces de azar? Mejor abril sobre techos! O qué... 'Íre, -chéquese-, desde mi alto si me percibes, fíjese nomás. De puro diseño y hasta arriba compa, pa' que se dé cuenta; vertical, vertical y le sumo tres vecinos fíjese, pero a ver -pérate-, ¿Si o no las cabelleras de mi propia estrucutra son una placer vividoso? Puro verde y pa' pura impermeabilización 'jijo que lo compra la alta.

-Si ya sábanas chico ps' te tapo! Pura cobija (tono largo, relajado y despreocupado) carnal, si en las buenas te andas metiendo pues mete las buenas y ándate metiendo!

-Tso'. Focos fluorescentes compactos gu-oh-ih-eih, que de 'paguoer' es un siete-cinco -piershent-  menus'.  Nombre pa' que te hago la larga: Cañamo, retretes de cartera pesada y de plomo en codo, depósitos de composta, lavadoras con carga al frente, nombre, y ni me gusta copiar, sobres; pero que hasta palillos chinos reciclados, no me venga con la buena si la buena es la que buena tengo!

-Pus' al que se caiga del quinto pretérito incompetente de auras mamonas y sonrientes. Don, ya sabrás...

Pues que la revista, hasta donde a la imaginación del servidor confía y en confesiones solenmemente exterminadoras concluye, estaba debajo de un árbol, aquél árbol necesitaba cuidado, cuidado que nadie quiso brindar y que brindando por algo que no existe empezó a soñar que saltaba por mares de agua sacarosa. Todo fue una mugre de tierra  y la discordia del viento en tercera. Un àrbol que solo se dejó morir porque sí... Solo quiso despedirse en conversación con una abandonada NATGEO KIDS aventada al "ya maduré" totalmente necesitado de madurez... El árbol murió y se pudrió. Ningún otro de su especie ofreció ayuda porque, no mames, los árboles no se mueven ni regalan mitocondrias, solo fue un lúgubre y silencioso grito a baja voz como llamado... "Ay, humanos..."

¿Pero y luego qué pedo? Digo... ¿Caos por nosotros? ¿Destrucción porque no supimos del caos por nosotros?

Ay compas, neta... Y mucho mejor bien expresado.... "Ay, humanos"...

[...]

-Abuelo, tengo hambre. Gracias por éstos momentos que brindaste a la salud de nuestro tiempo, eres muy amable, pero a nadie le interesa seguir vivo y mucho menos vivir.... Provechito.


Y hasta nunca.

6 ene 2013

Travesuras de Mochila


Camastros viejos, Occidental Miramar, 

La Habana, Cuba, 31/12/12

 Desnuda tus cuentos de camastro
Suelta tu dormir de aguas panteras
Cobija al sentir los sueños del pasto
Revive con plumas las luces y las palmeras
Bebe la costra de polvo que dejan los astros
Aún existen ventanas disfrazadas de esferas
Mira, el sol se esconde
                Impone, relatos masones
                               Sube, las nubes en el monte
Festeja, mi calor desde tu manta
Huye, me refugio donde entra tu tantra
Toca, sabes que tu reflejo no me espanta

Piérdeme entre tus paredes para correr entre las nubes piratas, ladronas de placeres, calientan mis quehaceres y revientan todas mis faltas.
                                                               Tabaco Santo y Divina Cerveza…
                               Mátame con tus labios sabor cereza…

La Sal es un Espejo


Malecón, Habana Vieja, 

La Habana, Cuba, 31/12/12


He mojado mis pies con las piedras. La bandera casi ya descolorida por la sal del atlántico se deja ver de las olas y el castillo se asoma por entre la orilla. Las ruinas de la patria se deshacen con el choque del océano y heme aquí, descalzo, recargando mi escape en la Vieja Habana.

Montañas líquidas tricolores atacan las penurias de corto alcance entre lo que era y lo que será. Azul de Diciembre desde las gaviotas del dos mil doce, los vientos del sol gotean mi mochila mientras Ignacio ansía el regreso al hotel.

Busco el horizonte pero no me toca. Trapos rotos, costa limpia, ropa vieja y los Bucaneros de la tierra hermana y el Cristal de Miramar. El arte urbano es arte y la tinta se resbala por los cincuentas. Las nubes le cantan a La Clara a lo lejos y mis ojos distinguen los altos edificios blancos del cáncer que se ha detenido para dejar pasar la Revolución y aclamar al pueblo, le sonríen a una voz.

Se acerca la luna…
Me dejo llevar por la exquisita piel morena
Me acuesto y recibo los besos en la arena
Me filtro contra los ojos de la marea,
Me caliento sin lo que la hoja menea…

Una muralla de astas bloquea la enfermedad y añoro el deseo y el cálido toque de femeninas historias. Nos saludan las Ventanas y bienvenidos los colores de nuestras alas; historia entre renglones de tiempo transparente. CUBA, secuéstrame…

Cuentos de Miel



The Buffet, Occidental Miramar, 
La Habana, Cuba, 30/12/12


Cuentos de miel por mis aires corsarios
Un café de olores taínos primarios
Una mesa de recuerdos malditos enfermos arios,

Leche de cuna para mis temores
Auras de piel y cenizas de viejos rencores
Doradas las páginas sordas de amor y renglones,

He escuchado Pomona en mañana al prado
Una sonrisa hermosa en la mesa de alado,
Unos ojos mariposas con tabaco helado,

Un doctor de paso con viejos en desayuno,
Una fruta imposible que venga Saturno,
Pero mi vista aun disfruta y de costras ayuno

El viento me obligaba a perecer,
Sus labios he de amar por última vez
Al amanecer mi cuerpo que contigo miradas he de crecer…

5 ene 2013

La Tinta y La Espuma (Odas al Café)



The Buffet, Occidental Miramar, desayuno frente a la ventana, La Habana, Cuba 02/01/13

Observo los restos de piel muerta en mis dedos. Hago dibujos con la espuma del café sobre sus sabrosas brazas. Me recupero de un día fatal por descuido. Recuerdo la noche, cálida helada. Dolores Estoicos… Remordimientos de papel.

Manchas pasajeras de color oscuro en mantas ensangrentadas, defendiendo la luna de las memorias cantadas al panqué sin mermelada.

Sueños de café observando los Camastros Viejos.
Arte líquido.

Se me antoja una cerveza pero es demasiado temprano, aunque el regalo hermoso de la indiferencia logre que esta mañana no piense en nadie.
Ayer ofrecí mi cuerpo indirectamente, anotando el número de la habitación en pedazos de sobre olvidado y arrojándolos por la ventana hacia la zona de la piscina, queriendo no saber que pasará; tratando de olvidar si las cámaras me dibujaron en ropa interior entre los pasillos del segundo piso a las cinco y media de la mañana, drogado, aburrido y enfermo… Sin Vergüenza.

Me gusta el silencio, ese silencio en el que se escucha lo que el vacío le canta a las estrellas solares, no el vació en el que las estrellas se estampan en el sol que se ha quedado vacío.

Sudor de piel morena, no espantos de piel blanca, estorbosa, ruidosa y despreciable. El restaurante ha quedado vacío, sigo en el mismo lugar del 31 de diciembre, cuando desayuné aquí por primera vez y aquí me quedaré.
Solo, por fin… Melancólico y voraz de pensamientos.

Y aunque no acabé mi “desayuno”, estoy por terminar mi segundo café, pegado a la ventana de la mañana, pensando solo, bebiendo solo. Y sé que el café que disfruto mientras escribo solo algún día lo tomaré en compañía de una mujer que vea a esta bebida como algo más que solo café Que probablemente esté enferma de locuras literatas, tabaco, alcohol y, por supuesto, adicta como mi adicto cuerpo… Al café.
Sin embargo aprovecho mi situación por amor a la falta de compañía el hastío de seres humanos. Hoy estoy todavía amando mi Café de todos los días...
Hoy estoy en La Habana… SOLO.