20 oct 2015

Gosse, Baudrillard, y un muchacho ignorante.

Pretendamos un poco, porque el pretencioso es catalogado IGNORANTE, sin importar cuánto lo conozcan, y la ignorancia es el punto de partida hacia el error, que es el punto de partida hacia la siguiente ignorancia.

Fragmentos de "El Crimen Perfecto", de Jean Baudrillard.

-"La única protección contra la muerte es haber sido creado ex nihilo, lo que preserva las posibilidades de una resurrección no menos milagrosa, mientras que si somos el fruto de una evolución, tenemos que desaparecer, al final del recorrido."

-"El abuso de autoridad del Génesis es la garantía de una inmortalidad futura, mientras que la genealogía de la especie condena a ésta a desaparecer con el tiempo."

-"Si puedo ver el mundo más allá de mi desaparición, es que soy inmortal. [...] El goce espiritual más profundo es el de no estar ahí pero ver, como Dios."

-"Si se quiere adquirir esa clase de inmortalidad, también el ser humano debe confeccionarse como artefacto, expulsarse de sí mismo a una órbita artificial, en la que podrá gravitar eternamente."

-"Si la ley de selección natural funcionara, nuestro cerebro tendría que encogerse, pues sus capacidades superan cualquier destino natural y amenaza a la especie con la desaparición."

-"No estamos lejos del Dios de Gosse, que entregaba a los hombres los signos de una historia anterior. Estamos a punto de fabricar la prehistoria de una época que ni siquiera contendrá recuerdo. La de una inteligencia natural sustituida, afortunadamente, por la inteligencia artificial."

-"Solo Dios era responsable de este privilegio sobrenatural del hombre. Pero si Dios es responsable de esta fantasía biológica, entonces es cómplice del genio del mal. Empujar al universo hacia el exceso."

-"La especie humana ya ha ido más allá de sus posibilidades."

Baudrillard dice que: Escapamos de las leyes naturales al entenderlas como tal, utilizando el vestigio de la realidad como residuo para fabricar una realidad artificial/virtual. Escapamos así de la existencia agregando existencia. Efectivamente, si la ley de selección natural funcionara, no tendríamos el exceso de inteligencia que nos hace, siguiendo el 'más profundo goce espiritual', inmortales. Así existimos fuera de nuestra existencia para fabricar la existencia agregando existencia. Haciendo síntesis entre la Génesis de Gosse y los comentarios de Baudrillard al respecto, poniendo a Dios como cómplice: En ese pensamiento, no nos transformamos a nosotros mismos por exceso de libertad (tomando la Técnica que explica Heidegger como un proceso sin oportunidad de ser detenido), sino para alcanzar la inmortalidad, haciéndonos idénticos unos a los otros; la idea de "ciudadanos del mundo" es el intento desesperado para llegar a ese ver-sin-existir, convertirnos en creadores de la existencia porque nuestro sentido de existencia ya fue explicado, entendido y por lo tanto transformado, fabricado. Sigue habiendo la pregunta (que forma parte de la transformación constante de sentido) de si vamos hacia la desaparición porque ya no seremos humanos (como artefacto fabricado) o si seremos inmortales, que sería, en mi opinión, exactamente lo mismo... 
Llegar a ser inmortales significaría la desaparición de la transformación de nuestra existencia (para ser entendida y explicada), significa la culminación, dejando atrás las herramientas obsoletas de esta transformación: Los vestigios de la época virtual y artificial en la que vivimos; "Donde crece lo que salva, crece también el peligro" [Baudrillard sugiere invertir la frase de Hölderlin]. Siendo el peligro Y lo que salva algo dual, que concluyen en la desaparición de la evolución por medios naturales; el ser humano deja de ser humano para evolucionar a propósito y al mismo tiempo inevitablemente. 

¿Existirá Dios cuando llegue ese momento? Espero que sí, concebimos a Dios de la manera más egoísta: creemos que Dios existe bajos nuestros términos, ergo, Dios existe porque lo inventamos. Pero, ¿qué pasó con el Dios de los misterios? ¿Qué pasó con el Secreto Perfecto que Todo lo Engloba? Existe aún un Secreto Perfecto, algo que no tenemos el derecho de entender todavía. No hay que temerle a Dios, no hay que idolatrar a Dios... porque no entendemos la existencia de Dios. Tratamos de explicar la existencia de Dios desde la explicación de nuestra existencia... y eso es irrevocablemente absurdo, ridículo, egocentrista. Evolucionar sería entonces poner a Dios como siguiente objetivo, la siguiente realidad de la que hay que buscar una explicación, y así se convertirá en un proceso que considero eterno. Perseguir un fantasma, porque perseguimos el fantasma equivocado... nuestro fantasma.

El Ocaso de los Frívolos.


Dos entes, uno llamado Adolfo, otro llamado Adolfo. Para distinguirse uno del otro, el segundo Adolfo se quedó con el apodo del primero, “Dofo”. Conversación que parecería habitual, pero 20 años antes y en espasmos o momentos que podrían expandirse en un sinfín de teorías sobre temporalidad y espacialidad como uno solo. 20 años antes que es ahora, el tiempo no se dobla, no se unifica, simplemente simulan una realidad, la realidad de Adolfo y Dofo, la realidad sin exceso de realidad y por lo tanto llena de excedentes. Era una mesa metálica, de esas que habitan en un ecosistema comúnmente llamado “Casa de los Abuelos”, hecha a base de formas curvas, pintadas de blanco. Por supuesto que nunca hubo en casa de sus abuelos mesa así, pero sí de los abuelos de su primo, los suegros de su tía fallecida. No era cerveza, pero actuaba como tal, digamos que era cerveza, adaptando la existencia de la cerveza como la existencia pura de la existencia-objeto, cada trago es una infinidad de preguntas y esto es lo que los diferencia principalmente: Adolfo elige cierta sección de preguntas y mediante al lenguaje hablado las responde, Dofo elige otra sección de preguntas para el mismo proceso.

-Todo se resume al ser, ser o esencia, eso que probablemente quieras explicarlo como la ‘nada’ entre nuestros átomos, el alma, el espíritu frágil. ¿Quieres ser extremista religioso? Adelante. ¿Quieres ser hippie o nómada? Adelante. ¿Quieres luchar constantemente contra ti mismo? Adelante. Siempre hay que tener un objetivo, una meta, porque estás vivo. No puedes ir por ahí buscando más preguntas para entender la existencia si no te das una existencia primero.

-Tal vez para entender la existencia debas separarte de la existencia, dejar de existir sin dejar de ver, como dice Baudrillard.

-Todo lo que acabas de leer porque te lo dejaron de tarea lo adoptas como conocimiento adquirido a voluntad y te obsesionas con el tema por un período de tiempo. Ya se te pasará, aunque es bueno que incluso lo menciones, no encaja en este momento.

-Claro que encaja, todo encaja, es un huracán de palabras. La maldición del hombre es que nunca podrá desentender una palabra para conformarse con el sinsentido de su producto final, nunca podrá tomar palabras como simples estructuras palpables, siempre les dará un significado, inconscientemente, no está leyendo una palabra, está inevitablemente haciendo lectura del significado que se acomode al contexto general del significante. Así pues, destino se convierte es una puta bisexual y sin pasado, destino es un disparo en la oscuridad, destino como cuenta atrás interminable.

-¿Destino como propio? ¿Destino, nacer, destino, morir, destino? Si seguimos así terminaremos por odiar toda palabra en el lenguaje de todas las especies del universo….

-Terminaremos como YA odiamos toda palabra en el lenguaje de todas las especies del universo…
Enciende un cigarro, bebe un trago, se acomoda en el asiento.
-… podríamos ver toda palabra como una ecuación matemática, pero nos aburriríamos, no por explicar por fin al lenguaje como principio filosófico, sino porque el resultado que de no nos va a gustar. Destino y se manifiestan un billón de soldados temerosos para morir simulando su heroísmo.

-Para eso el objetivo de tu vida, aquello que sueñas, aquello que anhelas con todas tus fuerzas, aquello que supere cualquier otra cosa, incluyendo el lenguaje, incluyendo la ciencia, incluyendo el arte.

-Pues ya sabes qué es lo que quiero…

-Pero, ¿lo querrás para siempre aunque lo tengas?

-Cuando lo tenga no me importará más el pasado, ni el futuro que será lo mismo, lo querré para siempre porque siempre lo he querido. Cuando lo tenga habré muerto, la buena muerte, si no lo obtengo moriré, la mala muerte, la muerte normal.

-Muerte normal para ti es mala muerte…
-(Interrumpiendo) Para nosotros…
-…y la buena muerte es seguir viviendo.

En la pausa, durante dos segundos, cae una tormenta furiosa, destruye algunas flores y tumba algunos árboles con todo y raíz. Las flores lentamente vuelven a crecer; pero los árboles, los que no se destruyeron por ser más fuertes, se quedan en el suelo, con la raíz al descubierto, y comienzan el proceso de descomposición.

-Exacto…
Ambos se limpian, notan la destrucción a su alrededor y se disponen a abrir otra cerveza cada uno y a encender un cigarrillo cada uno, en cada posición reacomodada, en cada lado de la mesa.
-… porque vivir es una joda, por eso morir es descansar, pero la buena muerte, para nosotros, significaría lograr obtener lo que más queremos para por fin vivir, osease reencarnar en vida, morir por matarnos para nacer otra vez en otro espacio, toda esa nada entre átomos se reemplaza, toda la nada entre átomos son partículas sin descubrir.

-Hay que levantar esos árboles.

-Bueno fuera que se levantaran solos…

-Bueno fuera que no fueras tan huevón… no consideras ese deseo, el deseo está en querer jodidamente levantarte y jodidamente acercarte al árbol para jodidamente levantar el árbol… levantar el árbol es la joda más grande, un espacio-tiempo intermedio, la ruptura entre lo que fue y lo que es ahora, para que al momento de volver a enterrar la raíz ya no sea jodidamente regresar a tu asiento y para que ya no sea jodidamente volver a sentarte...
Se miraron fijamente, fumaron de sus cigarrillos y uno de ellos, el huevón de ellos, bebió un trago de su cerveza, pero el otro no. El otro le siguió mirando fijamente, esperando, sumergiéndose hasta el fondo de la desesperación en los segundos en los que el otro terminaba de beber. Un reto, una provocación violenta hasta recaer en la indiferencia. Caer en la desesperación, recaer en la indiferencia.
-...Jodidos los círculos viciosos en los que te encanta someterte…

-Jodida tu vida por no matarme.

-Ah, pero te excitan los jodidos retos…

-Es parte de hacerse más fuerte…

-¡ES UN MALDITO FETICHE INÚTIL, CABRÓN! ¡¿De qué carajos te sirve si te haces fuerte para no avanzar!? Repasas el método una y otra vez para creer que serás parte de una Técnica universal de autodescubrimiento cuyo avance teleológico es volver a empezar, pero nunca empiezas nada.

-La Paradoja de Dofo.

El silencio fue aterrador. Existe una regla entre ambos, impuesta por quién sabe qué, un electrón en el que está prohibido identificarse abiertamente… sobre todo si uno se identifica ante el otro en voz alta. Era un crimen, deberían ser uno solo, pero no se puede definir en su imaginación… uno era espacio y el otro tiempo, uno era protón y el otro era neutrón.

-Párate… a… levantar… el árbol.

-Se levantarán solos…

-Estarán podridos entonces…

-Estaremos podridos nosotros entonces… ¿ves? No hay de qué ocuparse, a veces es mejor preocuparse.

Se miraron de nuevo, esta vez resistiendo la risa de la ironía, una broma tan en serio que les enchinaba la piel, pero sabían que significaba no darle tiempo a la comedia para existir, a ambos les encanta burlarse de las tragedias inmediatamente y en silencio… era algo que ninguno podía negar.

-Entonces son varios.

-No, es uno solo, pero sin él no habrá más árboles.

-Entiendo, pasamos del rojo al azul, doblamos el-
-(Interrumpiendo abruptamente) NO, lo digerimos, es nuestro, somos él.

Las flores comenzaban a madurar. Había hiedra venenosa creciendo alrededor del árbol caído. Uno se levantó, arrancó las hiedras, algunas desde la raíz, otras desde el tallo. Puso sus manos bajo el árbol para levantarlo y sintió una fuerte presión en la espalda. Retiró las manos y regresó a su asiento.

-Te lo dije.

-Tal vez si ambos…

-Y recobramos lo nuestro.
Dijo en tono exagerado, imitando aquella broma tan en serio que les enchinaba la piel.

-Y aseguramos que nunca vuelva a caerse.

Se levantaron al mismo tiempo, justo cuando otra tormenta agresiva cayera de golpe en el jardín. Esta vez duró mucho más, y arrancaba pedacitos de la casa, un terremoto, meteoritos, apocalipsis total y fatal…

Se seguían viendo, inamovibles por la tormenta hasta que uno de ellos comenzó a sentir una presión en la espalda, al mismo tiempo el otro daba un paso en dirección al árbol. El otro comenzaba a flexionar las rodillas. Los pasos eran tan pesados, que con cada uno ejecutado con éxito, el otro dejaba salir un grito de dolor.

-¿Qué importa más entonces? Yo, aquél que te complació, que te llenó de placer y pensamiento… o un árbol que bien podría desaparecer simplemente y ambos seguiríamos vivos. Aquél árbol significa mudarse por completo…

-Vivir en él, ser parte de él, cuidarlo porque decido cuidarme, porque es nuestro sueño. El árbol siempre fue el objetivo, el árbol siempre fue lo que somos.

-El árbol jodidamente tirado, no puedes levantarlo sin mí.

-No, y mientras descubra la forma de levantarlo solo… no dejaré que se pudra. La tormenta mojará las raíces, la tormenta arrancará toda la hiedra venenosa, la tormenta destino.

-Dame una buena muerte entonces…

-Sigues vivo porque ya no te daré círculos viciosos, amigo. Buena muerte, buena suerte.

-¿Así termina?

-Nunca debió empezar.

-¿Nunca debió como inevitable?

-Nunca debió, por lo tanto inevitable.

Apocalipsis en su máximo esplendor. Uno llegaba al árbol, el otro se aferraba a la vida, tal vez siendo lo más humano como nunca fue, dejando de ser amo porque el otro, el esclavo, aprendió a separarse de su instinto adoptándolo.

-¡Tú te separaste de la existencia! ¿Cómo puedo dejar de existir si sigues contradiciéndote?

-Me separé de la existencia, sí, pero nunca tuve intenciones de entenderla, mucho menos explicarla… ¡Me separé de la existencia para vivir! Y soy noble al darte la oportunidad de entender esto antes de que te vayas. Soy generoso, porque te absuelvo de la maldición del lenguaje, ya no importa nada, solo este árbol.

-Entonces… Ojalá nunca volvamos a vernos.


-No nos volveremos a ver, Dofo… Nunca más.

13 oct 2015

Puntos Finales.

Ella fue testigo de cientas de lluvias. Lluvias que sólo aquél niño histórico, llevando mi nombre, en sus rituales, generaba a partir de luces que escapaban. Vio mil veces como esa luz quería ser sostenida, pero alguna fuerza se la arrebataba. Inquieta, consolaba con sumiso placer los rencores y los deseos, fotografiaba relámpagos con su tinta. Yo la empuñaba como a una espada, y sin tregua desaparecía espacios vacíos. Los renglones les temían. Tinta o Sangre, quedaban en cuadrículas los sueños que más se buscaban. Más histeria. ¿Qué hace un deseo entre papeles? No es justo que la tinta sea un desahogo. Ella lo sabía. Quería ser una varita mágica, un rito satánico, una plegaria, un rezo, una súplica obediente. Ella quería ordenarle a Dios como intermediario de versos negros, como la brea que se hace pasar por telegramas al cielo. ¿Cuál es la diferencia entre la tinta y el paraíso entonces? Que se la digan, que le expliquen, que le muestren lo lejos que está... pero que entienda ella cómo llegar. Las instrucciones para llegar a las sonrisas satisfechas. 

Hombre enamorado, tinta celosa. Tinta que siente pero tinta. Tinta augurios, tinta el quiebre de tautologías. Tinta y lágrimas. Satisfacción tan tinta. Niño enamorado, tinta celosa. Tanta rabia, furia, esquelética aceptación de que el niño simplemente no quiere aprender a vivir a base de tinta, prefiere cualquier otro suplicio. Ella nunca logra consolarme. Tinta, tortura, trofeo, tiranos, tristezas tangibles. Hay cosas infinitas, como el sufrimiento o la voluntad de cambiar la lujuria... pero la tinta; la tinta muere mañana, para llegar al paraíso.

La Nana.

Llamé por teléfono a la abuela Lucy, de apellido Cárdenas y Obviedo, gran señora de corazón inmenso y mente astuta, devota y paciente. Antes de que le preguntara algo importante, traté de grabar la conversación vía computadora portátil, que tiene un micrófono integrado que, papelito habla, graba el audio desde su aplicación; al parecer su micrófono es completamente inservible, ya que al momento de reproducir el archivo, no se escucha ningún sonido.

Sin embargo, para “evitar” este tipo de situaciones que rodean mi vida diaria y mi esencia como rodean las moscas los pedazos de mierda en cualquier parte del mundo, decidí intentar hacer algunas anotaciones. Cuando colgué, en efecto, sólo quedaron esos apuntes...

Lucía Cárdenas nace en la Ciudad de México en junio de 1934, justo cuando Lázaro Cárdenas entraba al poder. Su madre decía de Cárdenas “un sinvergüenza”, ya que al momento de expropiar el petróleo mexicano, el gobierno hizo una ‘colecta obligatoria’, subiendo los precios de todo lo que se consumía cotidianamente, que era principalmente del territorio mexicano (como la leche, que de costar 90 centavos llegó a venderse hasta los 2 pesos) y mandando a los federales a reclamar joyería y sumas de dinero a las señoras que cuidaban la casa. Sus padres le contaban sobre la revolución como una época traumática, siendo su familia de clase media (“no éramos ricos, pero no nos faltaba nada”), en la que pobres, federales y ‘Zapatistas’ robaban todo lo que tenían a su alcance. Al momento de escuchar balazos se escondían en sótanos, usados en aquél entonces como refugios. Le contaba su madre cómo una vez, al salir a la calma después de la tormenta, hallaron a su abuelo muerto, asesinado intentando defender la tienda de su hermana (Tía Abuela). Así pues tenían que esconder sus bienes materiales, sobre todo las tiendas que en aquél entonces vendían de todo, desde pan hasta monturas para caballo, ya se sabía que la revolución era inminente, y por eso llenaban estos refugios de provisiones, pues las balaceras se prolongaban durante días.

Fuera de eso, mi abuela tuvo una infancia bastante feliz. Entró a primaria en 1941 a la edad de 7 años, cuando no existía el ‘kínder’. Jugaban al aire libre y andaban en bicicleta. Los juegos eran “rudos” y se solía estar mucho en la calle. De la guerra se hablaba como suceso ajeno, se hablaba de cómo se hacía cada vez más violenta y que su punto de máxima agresión fue en 1943 cuando ella tenía 9 años y el final dos años después, a la edad de 11, con el estallido de la bomba atómica en 1945. En tiempo de Manuel Ávila Camacho se vivía bien, se creó el seguro social y no faltaba nada, se solía ir de paseo al Desierto de los Leones. Se decía que el verdadero gobernante era Maximino, hermano de Manuel, que había sido gobernador de Puebla. Mucha paz en el período de Miguel Alemán que vio una vez, mientras estaban “haciéndole valla”, saliendo de Palacio Nacional. Después se vinieron buenos tiempos con Adolfo Ruiz Cortines y se ayudó mucho a los niños. La mejor época fue la de Adolfo López Mateos, la más pacífica, en la que se repartieron libros y se trató de educar a la gente. Se frecuentaba el Jardín Cerveza Corona donde se organizaban las fiestas de Covadonga y los bailongos, las orquestas comenzaban a las 5pm en los restaurantes como el Randevú y la gente procuraba no desvelarse. Se podía salir del teatro y caminar por el centro sin ningún problema, aunque se hablaba de aquellos desaparecidos que preferían la vagancia que estudiar, y que terminaban en Cuba o Colombia… se realizaban “intercambios” de jóvenes y personas ociosas que nunca volvían a ver a sus familias.

Se hablaba del señor Ernesto P. Urchurtu, el verdadero responsable de que las olimpiadas se realizaran en México, amigo de López Mateos; fue rival de Luis Echeverría y terminó por agredirle tanto hasta sacarlo de la política e historia Mexicanas. Echeverría era un “colado” del PRI, él y Díaz Ordaz fueron los culpables de que México ‘se viniera pa’bajo’. Arruinaron a la juventud que intentaba ilustrarse, la misma que seguían las ideas “comunistas” de Uchurtu y López, los creadores de la CONASUPO que intentaba alimentar al pueblo. Creció un rencor contra el partido, que intentaba dominar al país “drogando a la juventud”, los “verdaderos feos” que querían apropiarse de la tierra. Se hablaba mucho de la señorita Serrano, que con sus tretas y escándalos le provocó una embolia a la primera dama. Echeverría se compara con el gobierno actual, ellos fueron los que crearon a los personajes como Marcos que “sólo alteraban… eran unos teatreros”. Se hablaba de la señorita Mata Hari y de cómo el presidente la “mandaba a llamar”, pero que todos sabían que “se la mandaban”. Fue una etapa de muchas guerrillas y muerte, tiempos de la 23 de septiembre donde “se mataba como lo hacen ahora”.


La Abuela no pierde la fe, ni en Dios, ni en su pueblo. “Somos capaces, pero no saben hacerlo en grande, tenemos que copiárselo a Europa pero es pura voluntad. México es Indígena, indestructible. De gente solidaria y trabajadora. Somos Guadalupanos, y aunque digan que no existe, que la pintó no sé quién… ella está ahí. El Ser Supremo existe, lo vemos en los espejos, no en la iglesia, lo vemos en nuestras manos que crean y construyen, en la mano del pueblo.” Lucía deja bien claro que el verdadero Pueblo Mexicano, el de Sangre Invencible, la Verdadera Revolución que no le hace a jueguitos políticos, sigue vivo y en pie de lucha… desde sus casas, sus changarros, su siembra, su ganado, su tierra. Hoy no se les pone buena cara a los jóvenes en busca de Patria, la sociedad la colocó en el mundo de la moda, del signo, de la realidad con exceso de realidad. Se quiere hacer transparente a la Patria, explicarla, convertirla en significante… incluso inventarle un manual de uso. Muchos, como la Nana Tello, saben que la Patria es parte del Alma, que aviva el espíritu y que con amarla incondicionalmente es suficiente. Se relaciona a la Patria con la situación del país, pero es ahí cuando caemos en el error de la politización, de lenguaje, de la cristalización de las opiniones vacías… en las que no cabe Patria. México sigue vivo, en espera de la reencarnación de los fantasmas revolucionarios. La Nana sabe que no se necesitan símbolos. Vivimos en un falso simulacro de cambio. Hay que triunfar para nuestros padres y para nuestros hijos, así se cambia México. Hay que “sacar la casta, como decía tu Abuelo”, así se cambia México. “No se trata de una izquierda o una derecha, ni de firmas ni de papeles, nadien puede hacer cambiar si nomás se siguen las reglas, pero si nadien sigue las reglas… pos tampoco,  ¿Verdá mijo?”

5 oct 2015

Inalcanzable.

Te tengo y eres inalcanzable
No en el mal sentido
Me gusta no entenderte,
y me dejas inerte
y careces de sentido.

Me gusta verte semidesnuda,
cuando te ves en el espejo,
y te sumerges en amargura,
y te busca mi ojo perplejo.

Me gusta que no decidas nada
cuando te digo las opciones
Me gusta que te quedes callada
cuando no tomo decisiones

Me gusta darte todo
y que me pidas más
Que critiques mis modos
Satisfecha... jamás.

Cuando tardas mucho
en elegir tu ropa,
y parece que lucho
contra el tiempo en la alcoba

Me gustan tus horas,
en tu maquillaje y aromas
Tus miradas lectoras
y a cada segundo, mejoras.

Me gustan tus caprichos,
tus mentiras y dichos
Me gustan tus acertijos,
adivinanzas... y gritos.

Para mí, eres Inalcanzable
No en el mal sentido
Porque el tiempo es amable
y mi amor, infinito.