6 may 2019

Flores enjauladas

¡Cómo recuerdo! El toque del viento, como
respirar al acostarse
sobre
praderas verdes.
¡Cómo recuerdo! El anhelo, el
frío del vacío, al
despertar y volver a verme...

ave
sobre
una cúspide. Las flores, con calma,
alzan su color
hacia el metal,
estiran con fuerza su verde y su
blanco y su
amarillo, y

ahogan
en un palpitar su
aliento, su
moral.


¡Cómo es!
Pensar y ver flores enjauladas. Como salir del sueño,
la pintura corrompida
que simula roble
sobre plástico,
resquebrajada.


Parecieran
mil años de batalla,
un héroe
fallecido,
una espada
oxidada.

Parecieran mil lirios
tirados al hastío,
luz de hierro,

luna olvidada,
sol vencido.


¡Cómo es! Retomar un verso
ya vivido,
solo un par de frecuencias según la distancia,
lo demás
se ha perdido.

Imaginar volver
|¿¡!?| Cómo
se añora la libertad de
un perdón
hueco,
aletheia... tatuada;
un suelo para castos...
la mano
murmurrada

Un suelo, para castos...
la mano del murmurado.


¡Cómo es! Sucumbir
la operación ante valores
estéticos, de
lujo sofista, de
caminos pretéritos.

¡Cómo es! Rascar el presente,
esperando vivir,
abrazando la
muerte.


Tengo por pies
cuatro esferas,
por cabeza
dos barrotes.
Tengo

dos metas
que a su
vez, dibujan
un reflejo,
un
reflejo de

bellezas.


El calor, consuelo, alegría;
cubre
con manto oscuro su abadía... y
perpetua la
noche. La
discordia, la
mentira, el
pavor;

cobran con
sonrisa su
reproche... y
proclaman la sequía.


¡Cómo es! Morir
para nadie,
imaginar que alguien
aplaude.

Resignar el
estómago,
cortar la
sangre.

Ver y pensar,
como flores enjauladas...

de vinilo
líquido, de
soles inertes, de
historias no contadas.

Narrar como
árbol sin bosque, como
río sin
océano,
fuego sin
penumbra...


¡Cómo recuerdo! Orar
sin un Dios,
rogarle a
un muro que,

rogarle a un muro
que se derrumbe,
rogarle a un muro que se derrumbe
sin martillo.


Silenciar
los miedos
de las flores.

Silenciar los miedos de las flores,
enunciar
que rompan,

Enunciar que rompan su jaula...


¡Cómo es! Recoger pétalos
del verde,
inerte, como
el aura,
cauta,
que pinta

el ébano con su
respiro; sin
aula para
una vida, sin
pauta,

sin pauta un,
sin pauta, un
aliento.
Para
despertar y volver a verme.

Despertar, y
volver a verme.

21 ene 2018

Hoy me pasó algo completamente inverosímil.

Me han pasado cosas raras.

Me he quedado atorado entre una memoria y un capricho.
Me han salido ronchas en el lenguaje.
Me he perdido en el vicioso ataque de una fantasía.

Me han pasado cosas sublimes.

Me he sumergido en los labios de un sueño.
Navegué entre una nebulosa y un tsunami,
remé hasta la Tierra.
Quebré una paradoja en mil partes para volver a pegarla en forma de escalera,
se convirtió en la puerta al cielo.

Me han pasado cosas que son una sola cosa.

 Me pasó que guardé una autobiografía de tinta temporal hace muchos años,
no la he vuelto a escribir.
Me dibujé una línea hacia ti,
eso también me ha pasado.
Estuve con Diosa en el cielo
cuando me di cuenta que hacía algo,
que no sabía lo que hacía,
haciendo el amor.
Me pasó ser una serpiente,
aprendí a volar.


Hoy me pasó algo completamente inverosímil.

No puedo siquiera catalogarlo como experiencia onírica,
como fuego y pensamiento divino,
como estrella alcalinotérrea de cero densidad,
o como redacción de sentimientos,
o como perpetua idea de la voluntad.

Tiene todo eso, tiene de todo lo anterior enunciado.
Tiene incluso un niño.

Hoy me ha pasado como jamás,
emprender otra aventura al espacio
comienzo.

En el viaje de regreso, como extraño giro narrativo sorpresa,
ejecutar a un borracho dolor de estómago públicamente
planteamiento del clímax,
hasta la visita de una guerrera, que me pidió un hechizo de protección,
entonces supe que el clímax estaba en el viaje mismo.

Qué cosas tan extrañas pasan, fractalizar que pasen las cosas.

Cuando me di cuenta que había pasado ésto,
lo que pasaba, pues,
aún no acababa.

Yo viajo refugiado en la creencia de volver a encontrar la estaticidad como mentira y poder arrancar el motor de eterna verdad,
comenzaba el desenlace.

-¿Mi verdad? ¿Un punto de referencia?-
pensaba la almohada.

La ventana miraba al cielo, le dio hambre.
Entonces lo supe,
supe lo que pasaba.

Me refugiaba,
como todos,
en la construcción interna de fractales 'pasando' las cosas.
Añadiendo,
como todos,
que el refugio es un proceso parecido a un viaje espacial,
probablemente sean la misma cosa.

La sábana, que se acostumbraba a mi nombre,
delató el nombre de la cosa.

Hoy, queriendo viajar al refugio de mis cosas que pasan,
me encontré a la verdad,
encontré mi punto de referencia,
al imaginar otro viaje al espacio,
Te encontré a ti,
al niño,
y a mí,
aquí.
Ahora.

12 dic 2017

Aerials

Doy pasos de gris intermitencia;
Y suspira osamenta y,
soy testigo de un frío solemne.

Ostento secuaz viajera,

fúnebre trepidar y mansedumbre;
doy pasos, cerrando un ojo gris,
con la venia un broquel, esqueleto frío.

Resurrección dormida.

Intermitente embeleso,

peregrinación y compeler,
fruición y conquista.

Canto de tres, canto testigo.  

Llaneza fría; 
todo gris de mis pasos es carbonizado y,
de éstas cenizas un infinito; beato, esporádico,
dual, invisible, incógnito... 

bailable.

7 dic 2017

Alegría, mala suerte.

Que luna tan inquieta, que muerte tan fría, que noche, que noche. 
Una furia, cohete mortífero, 
un juego de labios y juegos 
y noche. 

Que reproche. 
Lengua y baile, lujuria, 
o una lágrima y el viento. 

O una lágrima; un florete. 

Orquesto el fuego, un ludibrio a perderte, 
azabache con manos que ahorcan, 
flagelan.

Subyuga un impulso a… 
traguito quieto.

Que luna tan, coeva; 
parástade una lengua, 
una foto y un temblor,
y brionia líquida una jamba;

parafraste que juega 
y me tienta, silencia mi ruido. 

Muerdo y me tiran al tormento. 
Muerdo y arrabal psicodrama. 
El juego de siempre, 
pero siempre es ésta vez para siempre, 

y hoy no estás. 
Y hoy toroidal luna y prosaísmo, 
que manos tan intimidantes,
muerdo y se seca mi boca. 

qué noche, qué noche.

17 nov 2017

Torus

Se ha perdido tu alma de mis sábanas y la quiero de regreso.

He sido pura textura, sin sueño,
ornamento del hielo, un juez de labios secos.

Mi Torus quieto,
paradoja onírica,
despliegue de delicia y
de ti
mil catarsis para mi equilibrio.

Mi justicia vulgar, mi adiós que no está;
si no me robas, y si no me roba la noche,

mi delirio.

Mi entrevista con Diana Bourdeux. Reescritura.

BOURDEUX; REGRESA PARA DARLE CONTINUIDAD AL ARTE
Dos entes, uno llamado Adolfo, otro llamada Diana. Conversación que parecería habitual, pero 20 años antes y en espasmos o momentos que podrían expandirse en un sinfín de teorías sobre temporalidad y espacialidad como uno solo, Bourdeux olvida la penosa situación de una acusación de plagio hace 15. Hoy publica su nuevo trabajo, después de ser destrozada por la crítica literaria cuyo canon reside en el Centro de las Artes. Veinte años antes que es ahora, el tiempo no se dobla, no se unifica, simplemente simulan una realidad, la realidad de la literatura, la realidad sin exceso de realidad y por lo tanto llena de excedentes. Es una mesa metálica, de esas que habitan en un ecosistema comúnmente llamado “Casa de los Abuelos”, hecha a base de formas curvas, pintadas de blanco. Por supuesto que nunca hubo en casa de sus abuelos mesa así. No era cerveza, pero actuaba como tal, digamos que era cerveza, adaptando la existencia de la cerveza como la existencia pura de la existencia-objeto, cada trago es una infinidad de preguntas y esto es lo que los diferencia principalmente: Adolfo elige cierta sección de preguntas y mediante el lenguaje hablado las responde, Diana elige otra sección de preguntas sin interrogación para el mismo proceso, respondiendo qué significa el contenido de su próxima publicación, El Deber como se Bebe. Un trabajo que relata la historia de un hombre que tuvo que partirse en dos cuando sus amistades le dieron la espalda al creer una locura, y planea enseñarle a toda una ciudad, a través de un árbol viejo, que la metafísica lingüística es ley.
Adolfo: -Cuéntame, te involucras con el postmodernismo mexicano como reacción a la hegemonía estadounidense, habiendo esto de la Acción Comunicativa en la microeconomía desde ese poder extranjero, y explicas porqué las nuevas generaciones padecen de tantas dudas y catarsis, es una interesante manera de abogar por la libre abstracción de estilos, pero no responde realmente si la historia pretende impactar, ¿Qué es El Deber?
Diana Bourdeux: -Todo se resume al ser, ser o esencia, eso que probablemente quieras explicarlo como la ‘nada’ entre nuestros átomos, el alma, el espíritu frágil. ¿Quieres ser extremista religioso? Adelante. ¿Quieres ser hippie o nómada? Adelante. ¿Quieres luchar constantemente contra ti mismo? Adelante. Siempre hay que tener un objetivo, una meta, porque estás vivo. No puedes ir por ahí buscando más preguntas para entender la existencia si no te das una existencia primero.
A-Tal vez para entender la existencia debas separarte de la existencia, dejar de existir sin dejar de ver, como dice Baudrillard; pero Kant parece ser el predilecto todavía.
D-Todo lo que acabas de leer porque te lo dejaron de tarea lo adoptas como conocimiento adquirido a voluntad y te obsesionas con el tema por un período de tiempo. Ya se te pasará, aunque es bueno que incluso lo menciones, no encaja en este momento.
A-Claro que encaja, todo encaja, es un huracán de palabras, como te han criticado por ese ornamento innecesario de metaplasmos; ¿cómo justificas ese recurso en la industria literaria actual?
D-La maldición del occidental no-indígena es que nunca podrá desentender una palabra para conformarse con el sinsentido de su producto final, nunca podrá tomar palabras como simples estructuras palpables, siempre les dará un significado, inconscientemente, no está leyendo una palabra, está inevitablemente haciendo lectura del significado que se acomode al contexto general del significante. Así pues, destino se convierte es una puta bisexual y sin pasado, destino es un disparo en la oscuridad, destino como cuenta atrás interminable.
A-¿Destino como propio? ¿Destino, nacer, destino, morir, destino? ¿Es tu vector estructural para el libro?
D-Pues, una profecía. Terminaremos como ya odiamos toda palabra en el lenguaje de todas las especies del universo… [enciende un cigarro, bebe un trago de su cerveza, se acomoda en el asiento] … podríamos ver toda palabra como una ecuación matemática, pero nos aburriríamos, no por explicar por fin al lenguaje como principio filosófico, sino porque el resultado será repudiable. Destino y se manifiestan un billón de soldados temerosos para morir simulando su heroísmo.
A-Para eso el objetivo de tu vida, aquello que sueñas, aquello que anhelas con todas tus fuerzas, aquello que supere cualquier otra cosa, incluyendo el lenguaje, incluyendo la ciencia, incluyendo el arte; ¿proyectas eso ante el lector como imposición de valores?
D-Pues ya sabes qué es lo que quiero… lo que todos; imponer valores. Estamos vivos por eso.
A-Pero, ¿lo querrás para siempre? ¿Aunque lo hayas logrado, aunque lo tengas?
D-Cuando lo tenga no me importará más el pasado, ni el futuro que será lo mismo, lo querré para siempre porque siempre lo he querido. Cuando lo tenga habré muerto, la buena muerte, si no lo obtengo moriré, la mala muerte, la muerte normal.
A-Muerte normal para ti es mala muerte…
D-(Interrumpiendo) Para nosotros…
A-…y la buena muerte es seguir viviendo.
D-Exacto. Vivir es una joda, por eso morir es descansar; pero la buena muerte, para nosotros, significaría lograr obtener lo que más queremos para por fin vivir, reencarnar en vida, morir por matarnos para nacer otra vez en otro espacio, toda esa nada entre átomos se reemplaza, toda la nada entre átomos son partículas sin descubrir.
A-¿Estás aludiendo a un rencor contra el círculo que criticó tu trabajo?.
D-Bueno fuera que se levantaran solos todos; hay recursos prudentes para pedir disculpas como apología en sí misma, sin contradecir los principios de uno…
A-Osease, bueno fuera que el lector supiera y no supiera al mismo tiempo para vivir en esos dos estados; el epítome de tu influencia que recibió buena crítica y te posicionó en una vulnerabilidad académica… y el éter de las ideas que plasmas en este último. ¿Cómo ves al lector?
D-Bueno fuera que no fuera tan huevón… no considera ese deseo, el deseo está en querer jodidamente levantarte y jodidamente acercarte al libro para jodidamente levantar el ánimo de seguir leyendo, tabula rasa… levantar el árbol es la joda más grande, un espacio-tiempo intermedio, la ruptura entre lo que fue y lo que es ahora, para que al momento de volver a enterrar la raíz ya no sea jodidamente regresar a tu asiento y para que ya no sea jodidamente volver a sentarte… Y eso no es este libro; se requiere volver a poner en tela de juicio mi memoria y mi capacidad para ofrecer un monomito excéntrico de la literata de la vieja escuela que se adapta a tiempos modernos, pero que cae en esa revolución involuntaria.
A-Jodidos los círculos viciosos.
D-Jodida la juventud con pleonasmos vacuos.
A-¿Será un reto para el viejo lector?
D-Es parte de hacerse más fuerte.
A-Entonces, ¿Repasas el método una y otra vez para creer que serás parte de una técnica universal de autodescubrimiento cuyo avance teleológico es volver a empezar, pero nunca termina nada?
D-La Paradoja del Buen Consumo, el Beber de la historia.
A-El silencio entre tu ausencia y tus alumnas, que publicaron justo después del “suceso”, fue aterrador. ¿Hablaste con ellas?
D-Existe una regla entre ambas, impuesta por quién sabe qué, un electrón [partícula esencial que forma una trayectoria alrededor de un núcleo y que sigue leyes físicas] en el que está prohibido identificarse abiertamente… sobre todo si una se identifica ante la otra en voz alta. Era un crimen, deberían ser una sola, pero no se puede definir en su imaginación… una era espacio y la otra tiempo.
A-¿Estás diciendo que fue bueno el que publicaran?.
D-Se levantarán solas…
A-¿Tienes estrategia comercial?
D-Estaremos podridos nosotros [todos] entonces… ¿ves? No hay de qué ocuparse, a veces es mejor preocuparse [mira al infinito en una pausa], y escribirlo. Nada de publicidad.
A-Entonces, Diana, ¿Planeas perjudicar el movimiento en San Luis Potosí?
D-No, es uno solo, pero sin él no habrá más árboles; vamos, la jefecilla que les dijo a todos que, de alguna u otra forma, era plagio conceptual.
A-Entiendo, pasamos del rojo al azul, doblamos la mora-
D-(Interrumpiendo abruptamente) NO, lo digerimos, es nuestro, somos él. Te leo un pequeño fragmento: “Las flores comenzaban a madurar. Había hiedra venenosa creciendo alrededor del árbol caído. Uno se levantó, arrancó las hiedras, algunas desde la raíz, otras desde el tallo. Puso sus manos bajo el árbol para levantarlo y sintió una fuerte presión en la espalda. Retiró las manos y regresó a su asiento.”
A-Parece que vuelves a ser niña.
D-Tal vez si fuera lectura infantil…
A-Diana, gracias por la entrevista; para terminar, cuéntame si planeas usar, en algún momento, la convergencia digital del metaplasmo millenial.
D-Y aseguramos que nunca vuelva a caerse el papelito, no, no sé… Primero esas tres pelmazas deben de cagarla en su publicidad barata. ¿Qué importa más entonces? Yo, aquella que las complació, que llenó de placer y pensamiento, la vieja escuela… o un árbol que bien podría desaparecer simplemente y ambas [“la jefecilla” y ella] seguiríamos vivas. Aquél árbol significa mudarse por completo… Fue un golpe directo por ese síndrome del potosino pisa-y-corre. Hay que vivir en él, ser parte de él, cuidarlo porque decido cuidarme, porque es nuestro sueño. El árbol siempre fue el objetivo, el árbol siempre fue lo que somos. Movimiento y espada en ciento cincuenta páginas.
A-El árbol jodidamente tirado.
D-Y mientras descubra la forma de levantarlo sola… no dejaré que se pudra. La tormenta mojará las raíces, la tormenta arrancará toda la hiedra venenosa, la tormenta destino.
A-Dales una buena muerte entonces…
D-Sigo viva porque ya no le hago a los círculos viciosos, amigo. Buena muerte, buena suerte.
A-Gracias.
D-Gracias a ti.
Pasé el resto de la tarde predicando el juramento de la razón por extinguir el metaplasmo vacuo en nuestras conversaciones diarias. 

18 feb 2017

Lo romántico ininteligible.

Hay un momento de la noche en el que el horizonte es iluminado con más fuerza que en el atardecer.
Pero eso lo percibe una paloma, fortuita la duda calcifica el principio de incertidumbre.
Hay un momento de la noche en el que el papel es una amenaza, la pluma es un castigo y los sueños son pecados cuando el tiempo juzga.

Hay un momento y en una detonación de chispa las palabras se vuelven contra ti.
El que era una caída libre entre un gorgoteo tangible de la contemplación, que abandonó la lucha, que desobedezca al pulso, que se levante.
El que recuerda, que disponga de espíritu guerrero;
en donde la palabra fue luz, que se escriba en la oscuridad.

Que se desplieguen las estrategias de lo simbólico, que tomen protesta del encuentro entre la incertidumbre y la arbitrariedad, el azar y el lenguaje; que sienta, cuando ataca la emoción del aire entre pupilas y sesgos de presencias, la marca de tu cómoda estancia al tanteo del daño del idioma.

Que no se dicten pesos sesgados, o entrópicos; que caigan letras del cielo. Que no exista proceso, sólo progreso; que la ley del loco mueva al hijo de un dios extasiado en su devenir de promesas murphianas. Que justificar la idiotez sea la metamorfosis de la idiotez hacia su contrario.

Nos alienamos de la impresión sensible, de la cordura del cuerpo que proviene de un saber y ese saber profana el valor de una esperanza que simula el paso del tiempo en una eternidad. 
El hombre que piensa pero siente solo cuando se le acaba el tiempo; no es el hombre de Altamira, pero quiere serlo...

No somos lo que hacemos. A veces somos más de lo que pensamos.


6 nov 2016

Suéltame Dios.

Podría demostrar que las únicas preguntas de peso teleológico son las de la ignorancia.
Quisiera tomar un pedazo de aire del sol y convertirlo en caricia.
Quisiera preguntarle al vacío sobre su masa, pues ebulle dentro de sí mismo.
Quisiera demostrar que esa masa existe...

He concluido que el amor pertenece a la más profunda de las incertidumbres,
que no hay paso dado por huella lejana simétrica a la ilusión del tiempo,
Quisiera demostrar que ese tiempo no es sino emoción y que la emoción
es el pensamiento de la materia, queriendo conocer su peso.

Quisiera poner en trazos la fuga de Dios al abismo del hombre...
Que si fuimos diseñados no importa, nos separamos de la palabra;
Pero no nos separamos del misterio, como exploradores eternos de la grandeza.
Oscuridad para quien no sea rebelde en su juicio,
que en su conformismo surge la complejidad de las vueltas al fuego frívolo de la masa,
Que la masa no es sino supervivencia del herido cuestionamiento a la razón y su perpetua autodestrucción.

Quisiera demostrar que el todo se resume a sí o no,
Y que el poder no está en el abrazo sino en la causa que lo recibe y que el ser causal está...
como habita el tiempo la coraza del olvido, y que son sólo superficies de cal y de sangre.

Que la sangre, en su juicioso juego de contrarios a la razón emotiva, motiva y revierte,
Que así se aparta la regla y se siente júbilo sin dejar de pensar.

Quisiera demostrar, sin ser visto. Ocultarme como se ocultan las verdades del buen porvenir.
Librarnos de la sorpresa y jugar con la premisa de la muerte, a su estático vapor y su erotismo palpable.

Suéltame Dios, ya estoy listo. Voy a demostrar que eres posible sin recuerdos, sin historia, sin reglas, sin aviso.

2 nov 2016

Lama gris, lama verde: poesía cuantitativa.

La simplicidad se encuentra esquiva y, sinceramente, peligrosamente frívola.
El lenguaje, el proceso simplista con mayor renombre, cuadra al tanteo esta posibilidad que, por decoro, llamo posible, siendo prudentemente honesto por hallarse en la posición más alta del absolutismo.

La simplicidad del lenguaje no se halla en el proceso de acumulación, sino en el de la creación misma; por esta misma premisa se retoma la idea principal de tan desprestigiada y carente de utilidad prosa del autor en desdicha, porque la acumulación representa la estructura de complejidad en su manifestación minimalista, apta para todo público; en cambio, la creación requiere de cierta caricia curiosa a la anti-substancia de rocío y por rocío refiere, el autor en desdicha, al cauteloso quiebre de pensamientos sólidos para concubinar con la palpable inocencia del encanto vivo de la materia de los recuerdos; por anti-substancia, a la metafísica del río cantor, que en sus orillas hiedra envenene las aguas, el hastío del poeta, la impresión en tinta o de tinta que de tintes presuma su esencia y que pierde el recuerdo.

¿Por qué? ¿Cómo afirmo el silogismo?
Afirmo que su dios es la conciencia histórica de sus buenos recuerdos, su diablo de los malos.
¡Observen ustedes mismos con recelo a lo que llaman simplicidad! Un recuento imaginario como lama envenenada del río mencionado, que canta limpio y únicamente limpio cristalino.
A todo eso han llamado creación, y se creen simples al decirlo, cuando la complejidad azota en las esquinas desquebrajantes de los espacios sagrados, la mente y el cuerpo. La muerte ante su momento, es perspicaz... nos hundimos ante la tentación del júbilo de la seducción del último abrazo del yo. Así muere la belleza, la simplicidad, cuando por tropiezo la invocamos en un éxtasis pudoroso del amor a la creación, intrascendente a nuestros sentidos concientes; cuando la tomamos esquiva, sin miedo al peligro de su frivolidad, porque yace en el cénit totalitario de las emociones.

No existe tal cosa como la simplicidad del lenguaje, eso es parte del recuento imaginario que ustedes han creado, pero para desdicha susodicha del autor, han creado como enfrentando la muerte; la simplicidad es la belleza de las cosas en ese orden, lo han creado como han creado el morir con simplicidad.

25 oct 2016

Discurso para el XXV Aniversario de Daniel y María Pedroza Tello.

Buenas noches. Me doy el permiso de hablar sobre las similitudes sentimentales que me conceden los lazos íntimos creados a partir de la esfera amigable y suelta, respecto a los verdaderos lazos profesionales que guardan, muy profundamente, el arte del progreso sociopolítico en nuestra sociedad; me doy el permiso de hablar sobre la conexión entre dos personas, representantes predilectos del arquetipo familiar mexicano. Hoy como todos los días celebramos la construcción de un esquema, que puedo llamar ideal, para la idiosincrasia potosina. Dejando a un lado las limitaciones de un síndrome, sobre una lectura, pues bajé a mi recámara precisamente a preparar este discurso. Voy a recalcar y voy a posicionar en un contraste sensible dicho esquema; para la incomodidad de los anfitriones, que perdurará como visión estratégica del método cultural potosino para la creación de los nuevos y grandes imaginantes nacionales. Celebramos la unificación de las ideas diversas, que confieren estereotipos más grandes que el contexto individual, independientemente de la misión vocacional, hoy bien establecida, de cada uno de los presentes. Celebramos en justicia plena emocional, una poesía.

Hoy quiero hablar de la poesía del hacer, del poder. Nos vemos inmersos en una actualidad más grande que nuestros objetivos principios y esto genera tensión.

Quiero hablar, más que del contexto; del amor. El amor, como todas las cosas, sigue reglas. Hablar de dichas reglas significa hablar de nuestras coincidencias, que bien podrían denominarse máximas en nuestro desarrollo tanto inter como intrapersonales, y que perdurarán como la premisa absoluta de la condición humana.

Hoy, con todo y el espectro autista que deja mi responsabilidad; de hijo, de ciudadano; me concedo mencionar la infinita gratitud y el eterno apego hacia dos seres. Menciono, porque lo demás, como todo código moral, es intrínseco a nuestros quehaceres utilitaristas. El amor, no es utilitarista. El amor es una responsabilidad y, como han dejado claro las personas, también es una disciplina.

Quiero hacer presente la tarea de Daniel y María Pedroza Tello, de poner en orden los claros lunares y vacíos solares que guardan los estragos mundanos del ir y venir idiosincrático.
Rompen leyes y paradigmas incondicionales.
Los he visto pelear y pelear contra supuestas peleas,
los he admirado andar entre tormentas quisquillosas
y los he visto correr entre calmas y dichas.
Los he visto reconocer y perpetrar patrones ajenos
patrones de lucha y descanso, y descansan al sudar.
Los he visto inertes en maderas de suplicio y metales de júbilo, joder, los he visto creerse mártires y los he visto mártires sin darse cuenta.

Los he visto secos en amargura y desalojo, y los he visto renacer, los vi fénix, a los dos, de cenizas que cualquiera llamaría cenizas absolutas.
Los vi, tanto dios como cuna diabólica y del diablo he visto menos mañas para el castigo; los vi y repetí, como canto, sus verdades cósmicas.

Que si hay un Dios, y lo hay, venga y como lluvia implemente ante todo ser pensante lo que Daniel y María me han dicho.

Que venga, porque viendo lo que son y lo que han construido, puede maravillarse y seguir creando ante inspiración solemne y bruta, como estrella polar conmemora saliente blanca y pura.

Doy una medalla, o la brindará dios, a quien con ese amor haya imaginado tal cosa, como los hijos guerreros ante alabada sociedad idiocrática, sin haber caído los prodigios en penas viciosas que hoy algazara la licencia recurrente al vacío monocromático de la juventud.

Hoy, festejo como oveja negra, pertenecer al rebaño de los cielos, que aunque con exultación llamen mentira los dueños de injurias hipócritas, carcomen con elocuencia a los enemigos de la evolución; que hoy, María y Daniel, con arte sublime de entre los fuegos, procuran su buenaventura hacia la máxima perpetua de los caballeros de la fe.

Soy testigo de la primera disciplina del lenguaje alquimista que gremial algarabía acentúa su propio imperativo: “obra siempre de tal manera que la máxima que gobierne tu acción, trate tanto en tu persona como al mundo entero siempre como fin en sí mismo, y nunca como medio.”


Muchas gracias.

14 oct 2016

El abrazo de Miquiztli: poesía cuantitativa.

El abrazo de Miquiztli: Análisis sin cuartel para dos sustancias.
Comenzaremos a hablar, hablar en tinta, hablar con despojo de la liquidez uniforme sin la inversión sistemática de moldes adaptados al líquido, tomando al líquido como estructura metafísica del lenguaje del pensamiento. Metafísica pues la traducción lleva a la acción, una traducción de las pausas y regresiones a partir de conclusiones dadas, como un permiso para no dudar o cuestionar el pensamiento que nos llevó a dicha conclusión; se crean palabras y las palabras siempre mantienen la función instructiva al ser inmersión lingüística por consideración cuántica. La influencia de la sustancia numérica, extrínseca, como siempre, a la retención sistemática del error, tomando al error como la composición pretensiosa, una composición traductoria, su función traductoria del pensamiento.
Pero, ¿Hablar de qué? (Siempre he estado obsesionado con el conflicto que me generan las reglas didácticas respecto a las mayúsculas; a las puntuaciones en general), hablaremos de la composición misma de la inmersión lingüística, analizando la función traductoria del pensamiento. No hay pensamiento sin emoción, en el efecto de la sustancia numérica, pero la emoción es subjetiva. La subjetividad tomada como protocolos neuronales atados a esa función traductoria. ¿Es dicha composición lingüística una constante de la pretensión? ¿Se pierde la pretensión o la función lingüística al mezclarlo, subsecuentemente, con la sustancia sensible? ¿Cuáles son los parámetros que definen el nivel de composición?
Supongamos que se privilegia de la imaginación necesaria para estructurar la mente como un envase cilíndrico, y este se expande de dos a tres maneras, la unidireccional que produce una estructura insostenible en cuanto a la tercera dimensión del envase, se desborda debido a la asimetría del volumen. La segunda sería la bidireccional, que ocurre tanto hacia arriba como hacia los lados respectivamente (no ambos al mismo tiempo): la altura del envase y el ancho del envase; la altura requiere de una sola línea de pensamiento cuyo “espacio muestra” es el volumen de éste llevado a su máxima profundidad y el ancho como la máxima cantidad de pensamientos lineales en un solo “espacio muestra” cuyos campos probables varían; campos probables tomados como estos pensamientos lineales. Sea una altura favorable calcular la velocidad de propagación de la luz al observar su fuente, y un ancho favorable sean las formas geométricas que puede tomar la luz al seguir leyes específicas que determinan los obstáculos con los que se encuentra dicha luz a partir de su fuente. La tercera es el movimiento vectorial, en volumen y masa, del envase… tanto hacia arriba como hacia los lados. Sea un movimiento vectorial favorable  la velocidad de propagación de la luz a través (atravesando) de los elementos atómicos que configuran los obstáculos con los que se encuentra la luz a partir de su fuente y como estos elementos mutan el tono y la intensidad de la luz; también como dichas leyes determinan la dirección de la luz. Se identifica una cuarta rama fractal, que es el factor potencial de la composición traductoria, implica la capacidad de comparación del producto vectorial, según su rango, con el rango de otro producto vectorial. Entramos entonces en una medición cuántica del pensamiento, y del verdadero poder que implementa la composición traductoria según la voluntad de conocimiento, guiado analógicamente por la duda, el desconocimiento del objeto. ¿Es entonces la pretensión en esta composición traductoria codependiente a la sustancia numérica? ¿Cómo influye verdaderamente la pretensión en la estructura del envase? En función constante de la composición traductoria. La creación de una idea. Se agrega entonces, con cierta ansiedad e inquietud, el factor “vacío” de la sustancia sensible, y si realmente deja un vacío.
Se especula que la sustancia sensible mejoraría la composición traductoria pero afecta directamente la función de expansión y penetra en el envase como ya está. Se intenta, por nervio, eliminar el protocolo sugestivo del vacío y se adentra en el protocolo exploratorio, o de introspección.
Preámbulo; del azul al verde. Miedo, mucho miedo. “Ataques” de la conciencia. Factor humano sugestivo difícil de eliminar. Comenzamos…
Se desconocieron los aromas y sabores en cinco días de abstinencia. Se concluye una posible adicción psicológica, pero tenue, muy leve, respecto al uso prolongado de la sustancia sensible, también matriarca de la soledad y la noche. La liquidez de los pensamientos se diluye en sensaciones que no pueden describirse físicas, debido a que son incluyentes a ellas; se percibe una correlación y no causalidad respecto a la liquidez de los pensamientos. Se identifican repeticiones constantes, toma ritmo. ¿Influye entonces en la composición traductoria? Veamos.
A unos muy escasos minutos, cuesta trabajo concentrarse en las funciones lingüísticas. Hay una extraña urgencia por salir de una ilusoria prisión. Bajo la influencia dela sustancia numérica únicamente, se olvidó considerar los 3.5 miligramos de belleza femenina consumidos por la mañana cercana hora del mediodía. Sus efectos se consideran fuertes agravantes del proceso lógico o anhímico de los pensamientos. El autor nota la redacción cuantitativa y la cautela minuciosa por la elección de pensamiento. Comienza un malestar general, se aprecia una hegemonía numérica que provoca, citando al pensamiento, “una hinchazón de la sabiduría”. Comienzan las visiones imaginativas y se esperan visiones “saganianas.”
Se desperdician buenas oraciones, perduran las imágenes, debido al comienzo de una hegemonía sensible; pareciera el malestar de la sustancia numérica una purificación. Un autor cree que los efectos son contrastados en una base neutral desconocida, permitiendo su análisis. Se pierde completo interés en la numeración sensible pero se notan, justo después, tonos de frecuencia que marcan nítidamente la diferencia entre la base neutral de ambos efectos, y respectivamente dominantes cuando se transita de uno a otro a voluntad; sin embargo, existe un dominio sensible en el somnoliento impulso del proceso didáctico, y el cerebro busca llenar los espacios con palabras relacionadas o análogas… fascinante. A esto se debe el notable mejoramiento, la evolución temporal, de la composición traductoria. Hay una facilidad para identificar la estructura del “espacio muestra”, del campo probable, se pueden observar las fracciones que contrastan en el rango del vector. Se pausan las verbalizaciones y se hacen paréntesis… cada vez más interesante.  Hay episodios de diminutos espectros psicóticos paranoides, relacionados ya con tantas posibles causas, pero cuyos efectos no son nada agradables. Provendrán de un desamor del pasado, un olvido silente, un corte fino en la emoción.
Definitivamente hay una predominante sensación de la sustancia sensible; la ilusión de una dilatación temporal y la suma, ahora deducida respuesta, de los impulsos paranoides provocados por la adicción psicológica debido al abuso. ¿Por qué no? ¿No ha abusado suficiente el hombre de su tiranía? ¿Por qué no abusar de una composición enteramente sensible y no cuantificable?. Concluyo que se debe a que su efecto no es acumulativo, el efecto eufórico “místico”, pero sí se acumula el efecto analgésico y/o relajante tanto del proceso lógico como de la propia voluntad de supervivencia, por lo menos de alguien que ya lo ha probado. Desafortunadamente, la virtualidad de los lujos mundanos es aún más adictiva que la sustancia sensible, y los errores son justificados por las ejecuciones de cualquier sentido y en cualquiera de sus términos. Réquiem por su esoterismo multiplicador del éxtasis.
Se propone a la voluntad; debido a que se concluye que la inteligencia cristalizada se siente, casi literalmente de esa forma para el suave tejido del pensamiento, la sustancia numérica aminora dicho efecto lastimoso de la memoria cognitiva; que la memoria cognitiva y la inteligencia cristalizada sean disfrutadas como se disfruta la música y el tacto, la sensibilidad. Se propone a la voluntad entonces hacer uso total de la interacción entre ambos hemisferios bajo el efecto de cualquiera de las dos sustancias, preferiblemente de la sustancia sensible, de esa sensibilidad que nos impediría un acto de barbarie que perjudique al prójimo en cualquiera de sus términos. Que sea pues una dicha numérica recordar como efecto colateral del proceso creativo hacia todos sus horizontes didácticos y sobretodo en sintaxis del imaginario individual y no colectivo.
Se propone a la voluntad saborear de toda teoría antecesora a la génesis del proceso de verbalización de conceptos en lógica lingüística. Se propone a la voluntad recordar animosamente lo que antes lastimosamente, y hacer uso de todo término, empero, didáctico, para reconocer lo antes descubierto en pena, por hacer uso del juicio para establecer como verdad toda noción verbalizada. Se propone ejercitar la memoria histórica con el fin de utilizar la sensibilidad como fuente de verdad para acreditar toda noción verbalizada, y hacer no perder el hilo de cualquier corrección historiográfica propuesta, pues el espectro de la sustancia sensible mantiene en su abstinencia el movimiento unidireccional del envase. Vamos, la tercera dimensión de la mente se desvanece. Puede que el aparato creativo salvaguarde cierta información necesaria para completar hazañas de elocuencia y retórica reconstructiva ante la civilización, esto se sabe pero siempre se cae en los mismos errores, creen saberlo quienes osan aventurarse a escuchar a los locos.
¿Qué es la voluntad? Para un autor, la voluntad se hace presente al hablar, hablar en tinta, hablar sin los retrasos que sufre el pensamiento por juicios y prejuicios; los llamaría “Arquetipos Arquitectónicos de la Mente”. Se reconocen en el ahora a los arquetipos como seres, entes, inteligencias artificiales, fantasmas, ego. Se busca la función del ego para la esencia sensible de la condición humana, despojándonos de los arquetipos que incluyen todos los vicios y los males… no al ego, que usamos para comunicar siendo la comunicación la mezcla que une todos los bloques de la cultura y siendo la cultura el cimiento de nuestra civilización. Es un instrumento, el ego y no el arquetipo, un instrumento de interacción, la herramienta para la convivencia harmónica de los posibles campos probables de los distintos “espacios muestra”, tomándolos como mentes hechas del desarrollo de la personalidad individual y de la formación del carácter. Aquí se descubre la voluntad, con la necesidad que produce la carencia del propio ego, si se hace la introspección y se procura el correcto análisis mediante el pensamiento crítico, se descubrirá que esta premisa es verdadera. Hay que verlo con optimismo, al buscar la función del ego para la esencia sensible de la condición humana, retomando, concluyendo, se busca la evolución del pensamiento. La solvencia de la sustancia numérica en la sensible y no al revés.
Esto se descubre, respetando y agradeciendo a la inmersión tanto en la sustancia numérica como en la sensible, recordando que es preferible la completa neutralidad y serenidad y que las inmersiones sólo acreditan las circunstancias contextuales, y que el trabajo duro siempre superará a los trucos y al talento cuando de composición por función traductoria de los pensamientos obtenidos en las inmersiones se trata.

8 oct 2016

Al poeta de sorda audiencia.

Termina el concierto de los mil abrazos.
Puedes ir a beber del tejado y sus aromas, cuando el cielo gira sus trazos.
Puedes ir a tejer el navegante de las nostalgias, y rezar cuando desaparece.
Puedes ir y dejar, pero no esconder cual júbilo envejece.

En el intermedio terminan y acusan la mirada y el adorno.
Miradas de alfombra, sin puente al bochorno.
Y si pasas la mano por el polvo, bailan las palabras.
Mira el alfiler atónito su andar de telas macabras.

Empieza y el ave observa su sombra frente al sol.
Nuevas líneas de contraste a su hierba y alcohol.
Empieza antes de haber sido éter y piel hervida.
Erguida sobre los pasos del frío avaro corazón.

¡Qué música de ancianos para cierto tinte!
¡Pintura de carbón y adulada esfinge!
No hay remordimiento de palomar y redada,
que un pez escupe su miel desquebrajada.


Maldito féretro de apologías ensayadas,
Maldito mar de herejías moralizadas.
Las perlas y los vinos alimentan a los cuervos,
para no pasarlos por usura sin sus cuerpos.

¡Con qué facilidad encuentran tentación!
¡Un niño con tabaco y fácil dicción!
Imagen de risa, sin emoción...
Ternero, por fin, termina tu audición.

5 oct 2016

¡Cómo matar a Santa Claus!

-¿Has leído a de la Vorágine?
-No, he leído el periódico.
-Bueno, inventé un término para los de su tipo, 'contraprofeta'.

Contemplábamos la tenue tela de azul pálido que cubría los altos cielos. Hace como unos cuatro meses fue la última vez que estaba así; en ambientes que son casa de campaña invisibles, en donde quiera que estuviéramos se sentía una seguridad que, seguro para el alma, olía a madera, y sentía reconfortar su adrenalina, convertirla a paz después de la tormenta. Ilse quería café de la bolsa verde, ya saben, "¿La que es de café gourmet, con el cuadro azul marino casi negro?" y ella en otra parte, sintiendo su sabor pero el nombre... o la pregunta, como nube disipada de un patético cuete. Ese café nos hacía sentir así, exhaustos de andar a prisa, persiguiendo chaquetas mentales, jugando a la posmodernidad como recién graduados de Dorfman y J.C Lozano; es y son corrientes y contracorrientes tanto de viento paranoico de la juventud como espejos de un mundo virtual que teatraliza nuestra miseria. Bueno, Lozano puede ponerse el traje de Rasputín caricaturizado por, así es, Disney, ya descaricaturizado por Dorfman... y Mattelart, claro, claro.

-¿Qué es eso?- Me preguntó y yo sentí su nariz con la mía, a unos dos metros de distancia,
-Es el payaso verde en las cabezas de desde Villa hasta Rivera, juntando como Frankestein todo lo que decían en un análisis básicamente historiográfico... ¡que pudo haber elaborado el demonio que poseyó a San Agustín!-
-¿"Como un pájaro espectral y profético que, paradójicamente, mira hacia atrás cuando cuenta lo que vendrá"?- Riendo, como quien no puede parar de reír pero develar sus impulsos.
-A huevo.- Dije, devolviendo la risa. -¿De qué es eso?
-Nietzsche, respondió.

Se escuchaba Times Like These, de Foo Fighters; yo decía que era la guitarra del intermedio optimista, ella decía que era el intro de imaginario urbano colectivo; esa sensación de proinminencia, vencedora del hastío que, como vapor de la alcantarilla, calcifica nuestro instinto positivista natural. Opacados por una Orden Mundial basada en hipócritas ideas progresistas, poco a poco se devela, a la mágica heideggeriana, la verdad de nuestra civilización a través del nihilismo ilustrado que amenazaba con transformarnos en los grises de Michael Ende... o los de León Larregui.

-Bueno, algo así, sí. Los valores no pueden desaparecer como tal...
-Se disfrazan.- Dijo susurrándome al ego.
-En lo que quieras; tolerancia, yoga, budismo, Greenpeace, reformas en telecomunicaciones...
-¿Saganianos?

Eran sus sonrisas que forman sólidos de aire, llenos del agua de Márquez, luz líquida, y ella y yo padecemos de los verdaderos y patéticos, como humo disipado de cuetes pesimistas, --ya no tan patéticos-- de falsa izquierda o ultraderecha reformada y demás antagonismos de la electricidad que se sienten los comunes detrás de las orejas... bueno, antagonismos de la realidad de los locos. Sagan será figura post-Marxista, lo aseguro, un símbolo rojo de fe, un ambiprofeta.

-Me refiero a que Santa Claus es un peligro para nuestros hijos- por fin dije, aclarando tanto ir y venir del espectro snob que nos abrumaba en presencia de frágil nostalgia y juicios impertinentes, pero ella puso esa cara de travesura enterrada en complicidad inocente, exigiéndole ubicuidad a mi cabeza. -Los hijos de, tu sabes, nosotros los posibles futuros padres de... los hijos de nuestra generación...- Se me alzaron los sentidos, ahora todo cambiaba con Sosa; tal vez un rastro de la pipa nos impedía llegar a la incomodidad. -Eso,- continuaba... -el recuerdo, el dolor, de mi pueblo y de mi gente, ¿no? El futuro de la civilización que pareciera no querer cambiar pero lo hace de todos modos.
-Pues yo puedo cambiar, por ejemplo, la canción. ¿Qué con Santiago?- Dijo mientras seleccionaba el Preludio al tercer acto del Lohengrin Vorspiel, en Aufzug. Fue difícil encontrar una melómana de Wagner, aunque digamos que ella me encontró a mí, analizando los vectores de reacción en redes sociales para una marcha por la continuidad del grupo de científicos que investigaba el caso Ayotzinapa. 

-Santiago, como narra... comparándolo con todo lo demás, súmale lo que está pasando en Europa, que el líder del mundo se convertirá en el Joffrey Baratheon de R.R Martin para la especie humana y nosotros seguimos bajo el imperativo categórico "obra siempre de tal manera que la máxima que gobierne tu acción pueda ser elevada a publicidad de Coca-Cola."
-Pero lo hacen tan, no sé, estúpidamente obvio, que creemos que siempre ha sido así.
-El choque de realidad con realidad, la defensa paranoica del mundo virtual, de la metafísica utópica que reina nuestros corazones como las amenazas de Nicolás a los ladrones... o de ISIS... providencia, distopía, proinminencia, la remediación del Pillar of Autum...
-la Infinity- Dijo interrumpiendo.
-...a proyectos "Orion" de Taylor y Dyson, o "Daedalus" de la SIB...
-Ahá, como Julio Verne...
-Como Dan Simmons; pero cuidado y nos pasa lo que a Endymion cuando mata a Herrig y...
-bueno, y Santa Claus... es la representación de la decadencia del sentido, la ausencia de valor a los valores; tan estúpidamente obvio...
-Yep, valor comercial sobre los valores.

Los libros eran como aquellas fotografías de los detalles en vacaciones, o en La Condesa, o en Guanajuato; los rayos de luz entre las hojas de las palmeras, el olor a tierra húmeda en la Sierra Potosina, el atardecer pálido y místico en La Paz, la sensación de estar en otro planeta. Tal vez lo estábamos, porque mis palabras tomaban seriedad mientras repasábamos en nuestras cabezas a Bernays, Marcuse, Hegel, al Arthur, Buñuel.. hasta Spielberg y Tom Hanks hicieron su aparición... todas las evidencias culturales...

-Porque la cultura es el desahogo de nuestro deseo a ser esclavos de un sistema. -Dijo Ilse, interrumpiendo mis pensamientos.
-Y Dios es la conciencia histórica de los buenos recuerdos, el demonio de los malos...
-Sí, me habías dicho.
-¿Ubicas la fotografía de los átomos de marcasita del Instituto Martin J. Buerger?
-Sí.
-Bueno, algo parecido pasa con las relaciones interpersonales que forman nuestra cultura, aunque las partes más nítidas son sólo átomos enfocados, suponemos esa nitidez como nivel de importancia en la estructura, esta ya puede graficarse con una simple aplicación en tu computadora, lo nexas con los índices de tendencia a contenidos en un determinado país y...
-Tienes una partida de estrategia en mundo abierto, literalmente, con el poder de predecir y planear puntos y rutas de interés a contenidos a partir...
-...de una incursión centralizada.- Exclamamos al mismo tiempo, mientras ella quitaba la música para sintonizar Aristegui, porque Olallo Rubio no merecía ser reproducido a través de un smartphone. La narración de un golpe de Estado rompió el hilo de nuestra conversación, concluyéndola, a la mágica heideggeriana.

Nos encontrábamos en una mesa de vidrio, en el tercer piso de un lindo edificio, bebiendo el café de bolsa verde. Nadie esperaba que pasara así como así, pero Manuel Velasco ya nos había dado una muestra de la tensa situación entre el poder militar y el gobierno central... pero central, ¿tenía algo que ver? Le dimos seguimiento al evento, nos preguntábamos qué iba a pasar con nuestras relaciones diplomáticas internacionales. Terminamos nuestras tazas, entre paredes blancas y ruidos en mono de titiriteros de la paz, Santa Fe, Ciudad de México; comenzamos a empacar.

-Era obvio.- Dijo Ilse mientras escondía libros en el armario del segundo de los cuartos; vivíamos en un departamento familiar con un cuarto adaptado a medios, el otro nuestra recámara, una sala con otra pantalla exclusiva para videojuegos. -El porcentaje ya era muy bajo, solo faltaba un poco de debilidad, una muestra de que nuestro gobierno no es tan poderoso como pensábamos.
-Y es eso, los medios son como fuentes de transmisión para virus ideológicos, o en este caso curas infecciosas, y los líderes de opinión y contenidos virales digitales son puntos de infección...
-A eso agrégale la radio y tenemos una epidemia política.
-Ya no hay grandes y chicos por capital tradicional, ahora el capital es la información y los valores son lo que nos queda.
-Santa Claus...
-Inversión de la moral a estándares únicamente informativos, pero este molde tradicional nos sigue diciendo que hay castigos eternos y karmas inevitables.
-Santa Claus fue el primer virus ideológico.
-Publicidad para Coca-cola; el mejor instructivo para el contrato social kantiano.
-Virus idiológico.

Las detonaciones nos dijeron que era momento de irnos, muy rápido, con los libros y CDs que alcanzamos a rescatar. Existen dos tipos de periodismo en el mundo libre capitalista; el periodismo de efectividades y singularidades virales a eventos cuya causalidad se limita a paradigmas establecidos por la conciencia colectiva, y el periodismo de los procesos causales que se limitan a reportajes estelares que terminan archivados en artículos de revista o en la sección columnista de un periódico socio-político... cosas que solo el 10% de la población nacional decide consumir e implementar; todo lo demás son diagramas de flujo detonados a partir de las singularidades virales. Lo que le de a la gente de que hablar... como de detonaciones en Palacio Nacional, ¿Cierto? Ya pisaba a fondo el acelerador, pero después de haber subido 6 pisos de estacionamiento del edificio de 20 pisos residenciales. Teníamos que llegar a San Luis Potosí lo más pronto posible. Yo quería quedarme, tal vez como un loco estúpido que busca escaparse de los libros y hacerse el valiente revolucionario. Lo prioritario, el imperativo práctico en ese momento, era proteger a Ilse a toda costa.

-Pero, si fue un golpe de estado, militar, guiado por estos flujos mediáticos, ¿Por qué explotan madres?
-Posiblemente hubo divisiones entre los económicamente interesados y los patrióticamente interesados...
-¿Eso todavía existe?
-Bueno, Ilse, me gusta pensar eso, porque ambas partes pueden estar económicamente interesadas en el "outcome" de repartición de poder.
-¿Y Trump? ¿Qué pedo con el comunicado de Cienfuegos?
-No creo que pase a mayores, no le conviene, probablemente intervenga un organismo internacional antes de que empecemos a hacer un desmadre en las fronteras.
-Tengo miedo...
-Es el único estado en el que podemos ser valientes.
-¿El del miedo?
-Sí, y San Luis Potosí.

Querétaro había quedado inundado de militares, posiblemente el primer punto estratégico para lanzar una ofensiva contra el fugitivo régimen priísta.

-Pero, no capto ¿De dónde sale una agresión por redes sociales?
-Pues eso, nos dimos cuenta que ya es el único medio de comunicación masiva que incluye a todos los estratos socio-económicos del país.
-¿Y los que no tienen face qué?
-Radio, estamos escuchando a Carmen, no sabemos qué onda con las demás estaciones. Además, igual pueden seguir arando la tierra sin saber realmente qué pedo.
-Pues sí, ojalá.
-Sí, para allá vamos cuando todo termine. Lo que pasa es que el elitismo mexicano todavía cree que el conocimiento solo se adquiere en instituciones educativas.
-En Guerrero han luchado por años...
-Pero nunca habían estado tan relacionados causalmente con el resto del país... ahora sí. Vorágine, contraprofeta, ahora los ladrones se quedarán sin casa, sin ropa, quemarán sus bienes y los matarán como a ganado.
-Oye...

La imaginaria casa de campaña había desaparecido. Las sensaciones de plenitud habían sido invadidas por el miedo y la adrenalina; se había desatado la última tormenta, pero antes de hacer poesía maldita y hablar de eros y tánatos como alguna vez lo hicieron dos buenas hermanas, teníamos que entender a qué se refería la radio con detonaciones, por que el país había quedado paralizado y quien había lanzado el golpe; no pudo ser Cienfuegos, ni una figura política pública, menos un funcionario per se. Un golpe militar violento no suena plausible, teniendo relaciones como las de México, tanto dentro del sistema como posibles fluctuaciones hipertextuales del mismo sistema a organismos internacionales, que pueden usar para cambiar su agenda pública, sin riesgos al prestigio empresarial que representan ahora sus núcleos de estado.

-Tienes razón Ilse, suena muy pendeja una ofensiva contra el presidencialismo, es presidencialismo, se usan contactos y literalmente el juego de juntar y desjuntar.
-Porque todos son reemplazables.
-El "sistema" son una bola de escuincles pendejos en un fuerte hecho de sábanas y cojines, asomándose de vez en cuando al mundo real para planear estrategias que los aleje de mezclar su mundo virtual con los ojos de los pobres.
-Eso ya pasó...
-Pero los eluden, se elogian y les da por "apologar", porque los niños tienen papá y mamá que proveen el armamento para sus narcotraficantes y los procesos creativos de sistemas deícticos. Los decoloran hasta hacerlos parte de nuestra cultura, son percepciones que no encajan en nuestras gráficas idiosincráticas, y por eso las vemos como distorsiones de la moral, y ahora todos son corruptos... ¿Como si nos creyéramos qué? ¿Juanes Calvino en tierras fértiles donde no hay competencia porque somos indios sin inteligencia? ¿No les hablaron de la paciencia, la esperanza, la fe, la imaginación?
-Ay, no mames... además creo que te hace falta leer a Calvino, capitán Snob.

Navegando por Loma Dorada, ya en capital potosina sin haber pagado una sola caseta, navegaba el santo como navega el pesimismo en la "energía de la lógica analítica". Que buen disco, número dos de una compilación por muchos artistas para, en este caso, en ese momento específico, Welcome to the Machine, de Pink Floyd interpretada por Derek Sherinian, un solo orgásmico; frenaba en una calle que parecía la espalda de jesucristo, frente a una casa de aleaciones cilíndricas negras, aroma a mierda de perro y a desierto húmedo afuera, olor a perfumes y a comida de calidad inalcanzable adentro. Ilse nunca había estado ahí, pero igual la conocían; era la casa de la abuela, todos estaban temblando y sus miradas compartían la histérica incertidumbre que los colmaba de desesperación y mal augurio. Ilse recordaba entre suspiros y consuelos otro fragmento de Nietzsche; "la moral es la renuncia a la voluntad de existir". Si podíamos hacer algo, era mediante la información y los datos que pudiéramos obtener de las redes sociales, organizar nuestros círculos interpersonales más útiles, planear una estrategia de contingencia en el lugar más seguro, y no perder ni un segundo de vista a la radio y a la conexión wi-fi

Ese viernes fue 28 de Octubre. Habíamos despertado en un cuarto con sabor a oscuridad, bebimos café con sabor a cabaña y saboreamos el miedo de quienes hacían lo mismo. Ahora despertábamos en otro lindo edificio, esta vez sólo fumamos y nos dimos tantas caricias como pudimos, nos encontramos, nos quisimos. Al mediodía cruzábamos avenida Revolución. Nunca volveríamos a ver aquél departamento en Santa Fe, que olvidamos al momento de presentarnos como participantes del movimiento, ante un grupo de estudiantes convocado por una organización civil potosina. Era un edificio simple, de paredes grumosas y blancas, había seis pilares dividiendo el ágora improvisada en tres partes. Que curioso es el estudio del lenguaje, condenado a repetirse, la penitencia de la autoflagelación sobre un puñado de fractales que no entendemos por precisamente estudiarlos demasiado; era el lado izquierdo dominado por estudiantes de escuelas públicas, el lado derecho por escuelas privadas y justo en medio la convergencia chaira de todos los movimientos en los últimos seis años. Ilse fue la primera en notarlo, sonriendo nos dábamos cuenta de que todos esos jóvenes no habían pensado dos veces en decidirlo. Hablaban y hablaban, sin lograr ponerse de acuerdo en las conclusiones preliminares para un gobierno que se había convertido en dictadura autista. Santa Claus iba de salida, ya era momento de madurar a la población y mantener el conflicto lo más cerrado posible a nuestras convicciones, que representaban por lo menos un 35% de la opinión pública independiente; extrínseco de la agenda pública mediática tradicional, los datos los había recaudado la organización civil. Había que comunicarse con otros estados y preparar un discurso de coalición por la repartición de poder. En realidad, estaba más concentrado en lo que había dicho ella el otro día; "Quiero poner a andar un reloj infinito y llenar cada minuto con inmersiones lingüísticas, para soñar a la hora de la hora, y que se acaben las prisas." Pensaba en Santa Claus, lo bonito que sería tener su cabeza en mi pared. Nos convertimos en comerciantes de peines para las ideas...

Apenas empezaba, y ya teníamos hambre...

8 sept 2016

Ventana Caótica.

Se detuvo por un momento el anillo más grande
un momento que ellos, nos de ayer, aprendieron;
Se detuvo y hubo ríos rojos seguidos de nieve,
y ellos, nos de ayer, olvidaron del movimiento.

Se detuvo entonces el anillo mediano,
un momento que ellos, nos de ayer, precedieron;
se detuvo y hubo un silencio, seguido de la onda de onces,
y yo, el anillo más pequeño, solté a llorar,

pero no me detuve,
y hubo muertos en sus ríos;
pero ellos, nos de ayer, odiaron al momento,
y el odio, en su forma dulce, se hizo momento,
se movió entonces, un momento, el anillo más grande
y aprendieron, nos de ayer, que movimiento y momento
son hijos del cuerpo de agua, el mismo de ayer.

y aprendieron, nos de ayer, a mirarse,
y vieron que no querían que la vida fuese más larga,
aprendieron que querían vivir un momento y ahí
vivieron para siempre.

31 jul 2016

La virgen a su extremo superior izquierdo.


Tengo miedo porque el nido del gorrión lleva horas sin ser concurrido.
Tengo miedo del atardecer por la paz que genera, por el aura de la noche.
Siento miedo, mucho miedo, del escape agresivo de ideas; por facultades negras.
Siento miedo de la madera, de la grieta, del pensamiento.

El pensamiento se queda cuando lo ignoran, cuando es ignorado el océano.
El azul oscuro y su azúcar, y el aroma a café de la mañana por venir.
El azul oscuro donde descansa el apagón masivo del organismo…
Un apagón eterno, un gorrión abducido por el fenecer del mismo crepúsculo.

Diñar como inminencia de lo que no pudo representarse divino en el agua,
desvivir el aire, comer palomas imaginarias, marearse del suelo.
Un final eterno corta el café y  aún respiro el azul negruzco de la sierra.
Imagino luz, una luz tan fuerte que casi siento calor… y lo siento en los párpados.

Y los párpados no necesitan sentirse cerrados, son cerrados por la calma y la tibia.
Y respirar es engullir agujas y espinas, observar es arrancarse la vista, sentir es volver,
levantarse es un insulto, y pensar es un suicidio. Raspan en la garganta el tiempo vigilante,
el humo de la luna inmolada.

Siento miedo de la culpa, de una presión en la espalda. 
La muerte es, pero la vida puede no ser en sí misma.
Cuando se decide un escape agresivo de ideas; por facultades negras.
Siento miedo del pensamiento, del amanecer, de su ridícula forma de brindarle esperanza
a quien busca su hogar en otro lado.