8 abr 2013

Espejos y Paradojas.


Como pregunta, se han creado variantes que conducen la curiosidad humana por diversas ciencias y métodos de conocimiento, dejándonos llevar por los hechos que más nos acerquen a la verdad, sea el caso de la ontología, la metafísica, la fe y la religión; aunque nos guste probar cosas nuevas, siempre habrá un posible riesgo o consecuencia que previamente aceptamos como desagradable, por ejemplo, si Hawking le revelara el secreto al papa sobre la inexistencia de Dios, automáticamente se desataría un caos a nivel dogmático, contradiciendo las preestablecidas normas del clero, y tal vez hasta la claridad histórica de los errores, como la inquisición, las mentiras (o verdades) escondidas en los archivos secretos, la mecánica cuántica que fue usada por los mismos deterministas teológicos, las indulgencias y el control de masas mediante predicciones de sufrimiento eterno en caso de desobediencia.

 La razón de nuestra existencia ha sido tema en todo conocimiento humano desde tiempos inmemorables, desde poemas hasta tesis científicas, con el pretexto de la salvación y la paz eterna. Las diversas teorías han provocado conflictos, guerras y genocidios, y cada uno ha sentido por lo menos en una etapa de su vida el deseo de conquista universal, alcanzando el respeto histórico o bien la opresión de ideas individuales. Probablemente solo se necesite un vocabulario extendido para influir a una gran cantidad de personas, sin embargo, no somos inmortales, por lo tanto en algún momento se crearán mejores o contrarias propuestas de procesos para llegar a la verdad y propósito de la vida.

En el caso de un servidor, he preferido las tendencias del Existencialismo de Sartre, el Nihilismo de Nietzsche, el Darwinismo y en algunos casos y solo por escape o distracción temporal a voluntad: El Metaverso. Pienso que nuestro sentido en la vida es la búsqueda del sentido mismo, y que el fin de la especie es en sí la misma decadencia de longevidad humana. Entre más nos acercamos a la verdad, más rápido llegaremos al final de la vida colectiva, de la sociedad y de las civilizaciones, debido a una falta de metas, compromisos, responsabilidades y deseos, excluyéndonos de toda perspectiva a largo plazo para la duda en cuestiones de “felicidad” según el término o definición y concepto que querremos darle.

De una u otra forma, nuestro propósito en la vida es la muerte, poéticamente hablando, no llegar a morir, pero definitivamente llegar a la muerte. La Paradoja misma engloba todo conocer, concluyendo, que no hay vida sin muerte y viceversa.  Para conocer uno, hay que conocer el otro pero no se puede estar en ambos al mismo tiempo, ergo, hay que vivir antes de morir, pero no estamos muertos antes de vivir, sin embargo y hasta ahora, no somos capaces de colocarnos en cualquier punto de ambas para ver y entender. Somos parte de un ciclo natural y nos tenemos y tendremos que apegar a aquella ley de anarquía.

Hermoso, ¿No?

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