17 mar 2013

Disturbio.

Incomprendidos somos al percatar el consentimiento carcomido por el hecho de partir cuando nos descubrió Venus.
Aquél planeta de ruidos mercenarios. Sátira espontánea pisando alegorías juradas en escaleras, sobre saltos y cortezas, qué gritos desgastados en salmos insatisfechos.

Mentir es un arte, disciplina de cínicos martirios por convenios, parecen Gíglico en cuentos maduros y narraciones surrealistas sexuales a infantes, con caso de poca vista existencia.
Mentir es un arte, con todo y el corriente golpe que te canta la piel, buscamos, buscamos, ¿Qué vamos a encontrar? ¿Lo sabemos? Beber nuestras incertidumbres a luz.

Partimos, si claro, no sabemos de dónde venimos, como ovejas tragando la amnesia empírica, no, signos contrarios a la violenta paz poética. Somos golondrinas poetas anhelando el cielo, y sin heridas que llegan a besarnos con despedidas. Somos espinas despiertas flotando cuando evitamos la superficie de la carretera, voraces, somos, quietos estamos, quedando pertenecemos.

Mentir, es un arte. Parecemos querer aparentar y sigo escribiendo con recargo en el "somos", siendo ésta mentira una mentira autoconsciente en la autosuficincia de que es propiamente una -mentira-

Se tiene que cantar mintiendo, cantar la mentira, sentir que mentimos al cantar, mentir el sentimiento cantado o que cantamos, mentir el reflejo cantante, y al final pero no finalmente, todo reflejo es mentira que en el espejo honesto, verdaderamente miente. Somos antologías de vacíos comprados. Somos comas, ¿Seremos un punto y seguido o un punto-y-coma?

Somos el arte de los espejos falsos, pero aquellos no mienten, si decidimos pertenecer a lo que es esa mentira, y son solo espejos, pero por necesidad lo rebajamos a insignificantes flasos espejos, ¿Serán verdaderamente correctos a lo falso de nuestra mentira?
Somos lo mucho que corre nuestra lista conforme a Heráclito en lo que contamos las corrientes que ya pasaron, mientras mojados sumetimos el aire.

Respiramos sal, porque lo que somos es para el respiro, y aire salado, y el alientos de dicho clavado, y macabros los sumergidos, declaramos aquél respiro sin aliento, que busca la sal, anochecemos.

Mentir es, un arte. Mentir es un, arte. Uno.

Soy o somos un mentir o soy o somos una mentira. Y honestidad sometida en Damas de Hierro, somos lo que escribo, porque no he escrito nada.

Porque somos nada, y nada es mentira y nada es una mentira.


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