3 nov 2014

Silencio.

Me ofrecí a ser prisionero de tu silencio,
las pesadillas se alimentan de indiferencia
y de tus colores escondidos sin mutua esencia
nacieron los poemas dedicados a tu desprecio

Me dejé vencer ofendido por el cómico aplauso
y mi sombra desde la nublada sonrisa cantaba la espina,
burlando el mito de un beso perdido con un verso,
donde soy nada por buscar tu mirada en miel envenenada.

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