3 sept 2013

Ectoplasma.

(Ella, fantasma)

¿Por qué el aire entra más frío a los pulmones mientras se tensa la piel y los ojos esquivan los ángulos?
Las ganas de ser ciego para que no pierda las ansias, por eso no te veo, evito las sonrisas, las palabras y las miradas rápidas. Te siento sobre mi espalda y la presión obstruye la atención a la vida; la urgencia de seguir en el trayecto imposible. Estar corriendo confundido en un túnel, donde se desata un diluvio en el exterior y el final es oscuro e incierto, mirar hacia atrás para mostrar el sudor anónimo del pecho. Golpeo el suelo con la barbilla pero el espacio no se detiene escandaloso y el ruido estrecha la vista.

Imagina un viaje a la montaña y tal y como es y súbito como lo sientes. Enciendo un cigarro en la cima, el viento mueve la flora y mi camisa, el humo parece invisible; la vista es y no está, lo que ves está pero no es. Un paisaje en el que al parecer te encuentras, pero no tocas el paisaje, que es lo que vale la pena, lo hermoso. Eres feliz no porque estés pensando en el lugar en donde estás, sino por pensar en lo que ves. El color inmóvil de la distancia, el relieve del horizonte, la textura de la alfombra viva bajo nuestros pies, el ave escurridiza rompiendo un orden, la entropía del corazón...

Pero cuando es de noche. Aquél diluvio seco y de negro placer, el dónde es cuándo y viceversa, cuando estoy, donde soy... me escapo hacia el mismo lugar para fumar el mismo tabaco; pero aquella vista, lo hermoso, lo que vale la pena, ya es distinta. Se nota un cambio en la percepción y se siente un sobrenatural giro incompleto, estoy sobre un suelo horizontal y el abismo es aquél lienzo negro con pequeños puntos blancos. La luna, estando antes a mis espaldas, me cobija con su luz desde arriba y me dejo caer.

¿Por qué se están helando mis pulmones mientras te siento sentada detrás de mí?
Será que me encuentro observando aquél paisaje oscuro, un papel; que tu presencia es aquella luz, cobijándome. Será que estoy buscando el lienzo, ser ciego; que aquellas sonrisas, miradas y palabras no están... y me dejo caer...

¿Hasta dónde voy a caer? ¿Hasta dónde dejaré de sentirme así, sin sentirte ni observarte? ¿Será duro el golpe? ... Será duro el golpe. Estoy observando un paisaje oscuro que no quiero tocar... porque no puedo tocar la luz detrás de mí.

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