26 mar 2013

Opciones.

Antes de lo que lleguen a silbar de marcados pliegues de la cama.

¿Qué cuentan de la espesa solidaridad psicopatológica en Tuqbar?
Me siento dentro de la noche que, sin luz, se pierden los hilos de aquella tela negra que cubre mi panorama y no la veo, la observo, la siento, pero no la percibo y platico con sus voces que me mienten en broma, aunque su mentira es mi verdad. Acomodo mis piernas y sigo pegado a la iluminación de mi cuerpo proveniente de la claridad en la pantalla, patán de distracciones, al alba perecen, pero sigo con luz en mi piel, y mi piel iluminada se seca con el negro reproche, amenaza con cierto fulgor elocuente.

¿Existen mis condolencias a la evolutiva estupidez en no sé dónde, donde no hay no sé?
Platico con las almohadas y me dicen que aquella cortina se burla de mi creencia en que son telas oscuras.

Solo es NOCHE.

Y en noche alargo mis teclas, que son de las que no quiero que me abandones, pero ¿Qué más coños quieren que escriba sobre sus figuras? Yo quiero dormir, ustedes son materiales sin consciencia, pero me tienen paranoico y audaz ¿A qué? Sinceramente, yo me voy a perder en la tela, pero de las suaves, y le pinto un dedo a la incertidumbre, que piensen lo que yo quiera pensar seguirá siendo NOCHE.

No, no veo absolutamente nada, aunque me arropen de latidos las ausencias de luz, siguen siendo relatos ilegibles, tontos. ¿Qué quieren?

Bueno pues, al fin y al cabo... Solo es NOCHE.

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