17 may 2012

No sé porque no soy lo que sé


Viéndome dentro unos años, ¿Qué seré? ¿Nostalgia? No, no quiero regresar el tiempo, tampoco quiero envejecer, tampoco quiero ser eternamente joven… ¿Morir?
Cuenta regresiva sin tiempo, en tres, dos, uno…
¿Pero cuánto me falta? ¿Cuánto me queda? ¿Décadas, años, meses, semanas, días? … Y, ¿Si muero mañana?
No es un problema existencial, no es una crisis de identidad, no aparezco, no estoy, simplemente existo. ¿Existencia? Ha! ¿Problemas filosóficos? ¿Vida? ¿Demasiadas preguntas?

Había una vez, un joven escritor, él tenía en aquél entonces diez y siete años de vida, recién cumplidos. Un día, aquél joven se cansó de escribir cursilerías en su computadora, se cansó de escribir poemas o reflexiones, se cansó de creerse lo suficientemente culto, sabio y filósofo como para seguir escribiendo estupideces acerca de lo en realidad importa en este universo, la VIDA.
Así pues, el muchacho, teniendo a la mano un dispositivo móvil en ese entonces “de moda”, comenzó a escribir en él, su error fue creer que sería un éxito, teniendo en cuenta de que nunca nadie había escrito algo parecido. También erró al creer que lo escrito era bueno, eran tonterías sin sentido. Se dio cuenta entonces que su vida no tenía sentido, al igual que sus palabras y sus pensamientos.
El muchacho trataba de escapar de aquella crisis presumiendo su escrituras, mas nunca dijo que era buen escritor, tampoco que era bueno lo que él escribía, sin embargo lo creía, hasta que abrió los ojos y comenzó a leer en su aparato “de moda”, no tardó mucho en descubrir que lo que había escrito era una porquería.
Entonces decidió escribir su primer historia ficticia, le gustó, dedicó dos días en terminarla después de que se inspiró, he aquí un breve resumen: Un jueves de madrugada, cuando casualmente escribía, se le ocurrió subir unas imágenes de arte erótico a uno de sus blogs, escribiendo en cada una de ellas una pequeña parte, en orden, de una pequeña tragedia amorosa. Al día siguiente, un viernes, después de recibir a sus amistades y después de enseñarles su pequeña obra, supo que podía escribir más, extender esa minúscula tragedia de media página, lo hizo, convirtiendo su creación en una bella porquería de tres páginas.
-Chulada de porquería! Pero que soberbio soy! Soy increíblemente un grandioso patán presumido!
Pasaron las horas. En su cabeza de madrugada, cuando casualmente solía llenarla de más porquería,  entró una repentina crisis existencial, el pobre pero no auto-compasivo muchacho no sabía que hacer consigo mismo, observó varias películas, en ese entonces estaba sentimentalmente sensible, ya que al verlas, le recordaron lo desesperado que se encontraba ya que no encontraba un mujer que podría encontrarlo a él, y a eso y a ese momento le dieron ganas de muchas emociones, de llorar, de gritar, de cantar, de enfurecerse, de saltar de alegría, de golpear el suelo con rabia, de convertirse también, en un hombre apuesto y educado para fantasear y enamorar en la fantasía a uno que otro amor platónico, actrices, modelos o alguna chica que aparecía en las imágenes del buscador predeterminado en su computadora portátil. Al regresar a tierra, ya se encontraba en el suelo de su baño, desesperado, lleno de nicotina y de crisis, se dio cuenta que la mejor manera y la peor forma era suicidándose, no estaba triste, de madrugada, cuando casualmente se encontraba irracionalmente alegre, pensó en alguna propia tragedia, como la de aquella chulada de porquería de la que tanto le gustaba hablar. Desaparecer de alguna forma, dejar de existir, dejar de saber de su vida y de su mundo, pero también descubrió que esto lo volvía aún más egoísta y soberbio, pero… también descubrió que no sería problema ya que siendo ya un egoísta y soberbio muchacho de diez y siete años, su estado actualmente era de… un estorbo.
Nunca perdió la autoestima. Se levantó del suelo en el que se encontraba (Física y mentalmente), cerró la puerta del baño lo más rápido posible para que el hedor tabaquero no se escapara, se cambió la ropa, sustituyendo los pantalones de mezclilla y su playera blanca, la que casualmente solía ponerse, por una playera de mangas largas y un pantalón corto de tela suave, su pijama temporal hasta que dormía semi-desnudo. En un solo momento, fantaseó miles de cosas, recordó miles de sabores y aromas, sintió nostalgia del amor de alguna mujer que nunca existió, escuchó decenas de sinfonías de varios compositores famosos, entre sus favoritos: Wagner, Mozart y  Beethoven; entre sus otros gustos: Karajan (Aunque en sus discos solo escuchaba previas y repetidas sinfonías) y Vivaldi.
Sufría de un casual y leve dolor de espalda, lo que le hacía mover frecuentemente, a su lado derecho estaba su buró, en él, un papel de baño para la madrugada, cuando casualmente solía sufrir de escurrimiento nasal, un libro, su cámara, sus cigarros, su teléfono móvil, su cartera entre otras cosas, como su lámpara, su indispensable lámpara. A su lado izquierdo, otro buró, en él, se encontraba un cajón del buró de su derecha, lleno de discos, éstos llenos de música, ordenados alfabéticamente, dos filas separadas por una hoja tamaño oficio rota y en ésta, estaban impresas alas de diferentes diseños, una fila extra para la música clásica y espacio de sobra para cajas sin disco, ediciones especiales y una cajetilla de cigarros usada para el cambio de las compras, cada letra tenía su separador, hechos con pedazos de hoja tamaño oficio, en éstos, estaban dibujadas las respectivas letras.
Dejaré de describir su entorno, ya que no tiene caso, el final al que quieres llegar leyendo éstas palabras no tiene caso tampoco. Tenía planeado dejar de existir, no porque odiara la vida, la amaba, tampoco porque se odiara a sí mismo, odiaba la idea de sí mismo, tampoco tenía baja autoestima, al contrario, simplemente no le gustaba su irracional alegría, la cual no se iba, por más que quisiera caer nuevamente en la depresión de años atrás…
No entendía su existencia, ¿Quién era?, ¿Quién es?, ¿Quién será?, ¿A qué venía a la vida?, ¿Tendría religión? ¿Tendría motivos para luchar por alguna causa personal o colectiva? ¿Sería parte de la coacción social aunque detestara ser parte de su sociedad popular?
No sabría explicarles quién era, tampoco quién es hoy en día, pues no tengo claro siquiera si en verdad existe, veía a la vida clara como un huevo, sin humor, no da risa, así la veía…
Era, o es… Existió o existe, no sé!
Depende del universo, no de mí escribiendo esto, no sé para que escribí esto en primer lugar, ¿Desahogo? Espera, ¿Qué hago aquí? …
¿Quién soy YO?
Un Muchacho de música clásica y del Mariachi, del tabaco y de su bandera, enamorado del amor y de obsesiones femeninas…
No quería tener nombre, por eso en sus textos, se refiere al autor así:
-Ceniza De Gardenia…

Buenas Noches…

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