Te escribo
porque hablar contigo no es suficiente. De las cenizas que has dejado tras la
traición de tu doble ironía, recaí como manglar ante la nieve. Me cuesta trabajo
helar esas llamas petrificantes; es momento de que me digas la verdad de tu
estancia en mi tiempo… ¿sigues presente después de tantas heridas? ¿Te callas y
te levantas esperando una provocación insólita?
Ésto es a
ti, demonio de dos caras que ocultas la tercera para que no aprenda a moderar mis
duras caídas y, al mismo tiempo, alimentas mis ganas. No podré tener aliados si
sigues siendo mi enemigo, doble persona que me atormenta. Ésto es a ti que
apareces cuando las circunstancias llaman desesperadamente a la rebeldía y la
violencia. Ésto que te suena y lo lees con otro nombre siendo yo mismo, es a ti
quién me bebe con dulzura latente y sádica.
Hacer lo
correcto es hacer lo mío, hacer lo incorrecto es hacer lo tuyo… pero me has
enseñado a dudar de todo y me has dotado de una memoria y mente insaciable que
duda pero conserva prudencia y encanto ante los creyentes de algo más grande
que ellos mismos. Porque eres el placer de mis desvelos, te pregunto siendo la
Luna de testigo… ¿Me quieres o sólo quieres destruir a los demás?
Imaginas
constantemente a la sangre de ríos ajenos, te complaces al notar fracasos
ácidos sobre los memoriales colectivos, me inundas de un vocabulario limitado
únicamente usado para dañar el verbo de las intenciones. Las luces no me
satisfacen.
No podré
tener enemigos si sigues siendo mi aliado; hombre solitario de rostro conocido
ante los olvidos comunes, te inundo porque eres fuerte y paciente. Confía en
aquél que te ha llenado de victorias, de objetividad, de cinismo, de
independencia. Bebe mientras te dicto el dorado sentir de nuestra sangre; ya
estás muerto y necesitas carne fresca con la que puedas resucitar y dirigir. Eres
un líder pasivo e indestructible. ¿Por qué me miras así? Sabes que te gusta el
poder que transmito a través de las demás personas. ¿Acaso nunca me vas a
agradecer?
Tú solo
permites la furia que te llena mediante la mirada de mi razón, no te escondas
de mi razón, no razones a menos que me esconda, no te llenes de miradas si
permites nuestra furia. Quema el propio fuego, porque lo puedes, porque te doy
permiso, porque no hay nada más poderoso que yo y soy tú mismo. Cuerpos caen y
eres responsable.
¿Quién
ganará? Yo lo sé, tú no, porque no eres independiente a menos que me tengas a
un lado frente a un argumento. No te escucharán a menos que me escuches
primero. Sangre cae y eres responsable. Cree en dios y maldice… soy parte de
ti, él no, él sólo quiere conflicto y desacuerdo… pero tú puedes emerger desde
esas mismas cenizas que proclamas tuyas cuando son de tu pasado.
Bebe,
amigo, hermano, yo. No luches, sólo déjate llevar… soy poder. Eres la esperanza
de tu gente pero no lo ves, yo puedo guiarte para que guíes sin siquiera ver
dónde caminas. El agua te ahoga, el fuego quema, el aire apaga y la tierra te
absorbe, pero yo puedo enseñarte a usar cada uno de los defectos naturales para
que tu beneficio crezca cada vez que me veas.
Eres porque
soy, demonio… concuerdo.
No caeré
porque estás, y te permito mi cuerpo y mi voz. Mi vida no es tuya porque soy tu
vida, no lo olvides.
No me he
rendido porque no tengo fe. No hay nada más grande que nosotros… Conquistemos.